La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, se reunió este viernes con cinco niñas que cruzaron sin sus padres la frontera de México y Estados Unidos en busca de una vida mejor. En el encuentro, que formó parte de su visita a la ciudad fronteriza de El Paso (Texas), la demócrata vio en los ojos de estas menores el “gran daño” de haber hecho esta dura travesía sin sus padres, pero también esperanza.

 “Me preguntaron cómo me convertí en la primera mujer vicepresidenta. (Esta conversación) me recordó que este hecho no sólo se puede reducir a un problema político, estamos hablando de niños, familias, sufrimiento... y que nuestra colaboración tiene que ser cuidada y efectiva”, señaló Harris desde el aeropuerto texano antes de volar a California.

En este sentido, la número dos de Biden señaló que no vale de nada "apuntar con el dedo" el problema migratorio que vive el país y que lo que Estados Unidos tiene que hacer es darse cuenta de que necesita una "reforma de migración". "Hagamos el trabajo de aceptar que no se puede sólo reaccionar a un problema sin resolverlo de raíz".

Junto al secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Alejandro Mayorkas, la vicepresidenta escuchó las dos versiones de la misma historia. Primero la oficial en un recorrido de la estación de patrulla fronteriza de El Paso y luego la de defensores de los derechos humanos que trabajan en la frontera en una reunión con diversos activistas.

Desde que Harris aceptó ser la encargada de hacer frente a los problemas que han generado la llegada masiva de inmigrantes a la frontera estadounidense le han llovido las críticas. La oposición le ha reprochado no haberse desplazado a la zona limítrofe antes, y sólo haberlo hecho después de que Donald Trump haya anunciado que él también iría este mes. Así como que haya elegido ir a El Paso y no al Valle del Río Grande, otra zona crítica en Texas.

Tampoco se libró de críticas desde la parte más progresista de su partido que no vio con buenos ojos que, durante su viaje a Centroamérica, la vicepresidenta pidiera a los inmigrantes que se plantean ir a Estados Unidos sin papeles que no vengan.

Trump será el próximo en ir a Texas

Donald Trump también visitará la frontera de McAllen (Texas) el próximo 30 de junio y lo hará junto con el gobernador de Texas, Greg Abbott, político que anunció este mes que quiere continuar la construcción del muro que comenzó a levantar el expresidente y que lo hará con una combinación de dinero del presupuesto estatal y donaciones. El exmandatario dijo en un comunicado que Harris “¡nunca se habría ido (a la frontera)!" si él y Abbott no hubiesen anunciado su viaje. Acusación que la Casa Blanca negó.

El número de migrantes que llegan a esta larga frontera se ha disparado desde que Biden asumió el cargo. En mayo, más de 180.000 personas fueron detenidas en la frontera. De ellas, más de 112.000, fueron expulsadas bajo el Título 42 -orden de salud pública impuesta por Trump al inicio de la pandemia-.

Estados Unidos también ha visto un número récord de llegada de niños no acompañados. Más de 18.800 menores fueron tomados bajo la custodia de la Administración de Biden después de cruzar la frontera solos en marzo. El número de llegadas infantiles ha disminuido en abril y mayo, pero sigue siendo muy superior a los menores no acompañados llegados en 2019.