La Unión Europea apoyará la petición de Joe Biden para abrir una nueva investigación sobre el origen del coronavirus, detectado por primera vez en la ciudad de Wuhan (China). Así consta en un borrador que la UE y EEUU preparan cara a la cumbre que el presidente de EEUU, la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, celebrarán el próximo 15 de junio en Bruselas y al que ha tenido acceso la agencia Reuters.

"Pedimos avanzar en un estudio transparente, basado en evidencias y dirigido por expertos de la OMS sobre el origen del covid, que esté libre de interferencias", exponen ambas partes en el borrador.

Hasta ahora hay dos teorías predominantes: una, que el virus pasó de los animales, posiblemente murciélagos, a los humanos y dos, que salió por accidente del laboratorio de virología de Wuhan. Miembros de la OMS que visitaron China este año para investigar precisamente el origen del virus denunciaron que Pekín no les había dado libre acceso a toda la información.

Pese a explicitar su apoyo a Biden, la UE "no lanzará su propia investigación", ha señalado una fuente diplomática de la UE a Reuters. "No somos antiChina", ha añadido. Una segunda fuente ha subrayado que la UE "no tiene servicios de inteligencia y no va a intentar realizar esta investigación a través de las agencias de los estados miembros". "EEUU puede hablar con los servicios de información de los países de la UE, pero no nos vamos a implicar", ha remachado.

Pese a estas limitaciones, el apoyo de la UE supondrá un espaldarazo a la Administración de Biden, que busca aliados para plantar cara a Pekín. Hasta ahora. la UE ha intentado mantener una estrategia de equilibrio entre China y EEUU.

En una concesión a la UE, el borrador no menciona la propuesta de Biden de liberar las patentes de las vacunas del covid-19. En su lugar, plantea reducir las restricciones a las exportaciones y promover la transferencia de tecnología.

El documento hace mención al objetivo de la vacunación global. Así, señala que EEUU y la UE "aspiran a vacunar al menos a dos tercios de la población mundial a finales del 2002". Ello significa que unos 2.500 millones de personas podrían no estar vacunadas antes del 2023.