El Parlamento Europeo exigió este jueves la liberación "inmediata e incondicional" del opositor ruso Alexéi Navalni y pidió a la Unión Europea un "nuevo enfoque" en su relación con Rusia, mediante una resolución aprobada este jueves.

El texto -presentado por el Partido Popular Europeo, los socialdemócratas, el grupo liberal Renovar Europa, los Verdes y los conservadores del ECR- salió adelante con 569 votos a favor, 67 en contra y 46 abstenciones.

Los eurodiputados señalaron que el presidente ruso, Vladímir Putin, "en su calidad de jefe del Estado" es "personalmente responsable" de proteger la vida de Navalni, cuyo estado de salud sigue siendo débil, pese a haber puesto fin a la huelga de hambre en contra de su encarcelamiento, por el que perdió 16 kilos.

La Eurocámara lamentó también que la Justicia rusa considere "extremista" a la Fundación Anticorrupción que dirige Navalni e instó a las autoridades rusas a que "pongan fin a los actos de acoso, intimidación y los ataques contra la oposición, la sociedad civil", en referencia a la represión contra los manifestantes que protestan contra la condena de Navalni.

Respecto al despliegue de tropas del Kremlin en la frontera con Ucrania, el texto pidió a la UE que extraiga conclusiones y en concreto, al alto representante para la Política Exterior, Josep Borrell, que "siga estando preparado para llegar a un acuerdo" con los Veintisiete "sobre nuevas acciones conjuntas", pese a que Moscú ha dicho que pondrá fin a la escalada militar el próximo sábado. Los eurodiputados, además, volvieron a reiterar su apoyo a la integridad territorial de Ucrania, no solo ante las tropas rusas en la frontera, sino en referencia a la anexión de Crimea y Sebastópol que Rusia llevó a cabo en 2014.

En la resolución, la Eurocámara quiso también mostrar su "profunda solidaridad" con la República Checa, tras la reciente investigación que demostró que Rusia provocó, también en 2014, una explosión en el depósito de armas de Vrbětice. Y apoyó también la orden que Praga ha dado a Moscú para que retire la mayor parte de su personal diplomático en la República Checa, en respuesta a la exigencia similar que el Kremlin ha hecho a ese país de la UE.

La Eurocámara pidió a la UE que elabore "un nuevo enfoque" respecto a su relación con Rusia y que el nuevo régimen de sanciones con que se han dotado los Veintisiete para castigar las violaciones de los derechos humanos, persiga también la corrupción, como ocurre, por ejemplo, con la ley Magnitsky de Estados Unidos.