El plazo indicativo dado por la Comisión Europea para que los países de la Unión Europea (UE) entreguen sus planes de recuperación termina este viernes, un registro formal ya hecho por Alemania, Francia, Eslovaquia, Grecia y Portugal, y que han anunciado España e Italia.

Eslovaquia y Francia depositaron sus planes de recuperación este jueves, mientras que Alemania y Grecia lo hicieron el miércoles, y Portugal, que este semestre ostenta la presidencia de turno de la Unión Europea (UE), inauguró el registro el 22 de abril. Tras felicitar a los países que ya han depositado sus planes, el primer ministro portugués, Antònio Costa, anunció en su cuenta en la red social Twitter que la presidencia portuguesa "programará la aprobación de los primeros planes" el próximo "18 de junio", cuando se reunirán los ministros de Economía y Finanzas de los Veintisiete (Ecofin).

Asimismo, dijo que está dispuesto a promover una segunda reunión extraordinaria en la última semana de junio para aprobar la segunda ronda de paquetes nacionales. "No podemos perder más tiempo, debemos lanzar la recuperación", subrayó Costa en un claro mensaje a la Comisión Europea que asegura que necesitará los dos meses previstos en la legislación para evaluar unos documentos que en muchos casos tienen miles de páginas. Cada presentación ha sido saludada por la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, con el correspondiente mensaje de aliento en su cuenta en la red social Twitter, ya que cada uno de ellos "marca el principio de una nueva fase en el proceso de implementación del Fondo de Recuperación y Resiliencia".

Esta es "una fase crucial para la recuperación" de los Veintisiete, decía Von der Leyen el miércoles en un vídeo divulgado en varios idiomas, el mismo día que los responsables económicos de los gobiernos español, francés, alemán e italiano se unieron para presentar sus planes de recuperación y urgir al resto de Estados y a Bruselas a trabajar para que se implementen lo antes posible. "Esta es la oportunidad del siglo para Europa", aseguraba ese día la jefa de la Comisión Europea, la institución encargada de recibir los planes -en los que cada país concreta las inversiones y reformas que pretende llevar a cabo con los fondos europeos-, revisarlos y dar su aval antes de que empiecen a llegar los recursos.

Según la Comisión, el plan de Eslovaquia - el último en llegar - que ha solicitado 6.600 millones de euros en subvenciones, está estructurado en torno a cinco prioridades políticas clave: la economía verde, la educación, la I+D y la innovación, la salud y la administración pública/digitalización. El de Francia, que ha pedido 40.900 millones de euros en subvenciones, se articula en torno a los tres pilares de la resiliencia, la ecología y la transformación digital.

El plan de Alemania incluye reformas e inversiones por 27.900 millones de euros (algo más de los 25.600 millones que le corresponden del fondo, excedente que pagará Berlín) en torno a seis prioridades: clima, digitalización, infraestructura y educación, participación social, refuerzo del sistema sanitario, modernización de la administración y reducción de barreras a la inversión. Grecia, que solicitó 30.500 millones del fondo (17.800 millones en subvenciones y 12.700 millones en préstamos) incluye medidas en las áreas de ecología, digitalización, empleo, cohesión social, inversión privada y transformación económica e institucional.

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Portugal, que aspira a recibir 13.900 millones de euros en subvenciones y 2.700 millones en préstamos, también ha estructurado su propuesta alrededor de los pilares que marca el fondo de recuperación, incluyendo medidas para vivienda social, la eficiencia energética y la escolarización digital. La entrega oficial de los planes viene precedida de meses de negociaciones entre los gobiernos nacionales y la Comisión Europea, que ahora cuenta hasta finales de junio para evaluar las reformas e inversiones propuestas para utilizar el fondo de recuperación por la pandemia, dotado con 750.000 millones de euros en precios de 2018 (800.000 millones en precios corrientes).

Una vez que la Comisión dé su visto bueno, los Estados tienen otras cuatro semanas para avalar el plan por mayoría cualificada (al menos 15 de 27 deben apoyarlo). Pero además, para que las ayudas empiecen a entregarse a los países, es imprescindible que todos ratifiquen la legislación que permitirá al Ejecutivo comunitario endeudarse en los mercados para financiar el fondo, y faltan ocho por hacerlo. Bruselas prevé desembolsar en julio las primeras ayudas.