La Unión Europea ha señalado este martes que Turquía debe "aprovechar la oportunidad" que le ofrece el bloque para mejorar las relaciones, antes de que se pueda sustanciar una agenda con la que aumentar la cooperación económica y renovar el acuerdo migratorio de 2016.

Tras la reunión de este martes en Ankara con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han instado a Turquía a coger la mano que le tiende el bloque europeo de cara a una oferta para impulsar las relaciones. Ambos mandatarios han deslizado sin embargo que la propuesta no llegará antes de junio, a la vista de cómo evolucione la situación en el Mediterráneo.

"Queremos avanzar para tener unas mejores relaciones en el futuro. Pero estamos al principio de este camino y las próximas semanas y meses mostrarán cuan lejos podemos llegar en esta senda juntos", ha indicado Von der Leyen tras el encuentro.

En la misma línea, el ex primer ministro belga ha puesto el foco sobre Erdogan, al insistir que ahora depende de Turquía aprovechar la oportunidad para enfilar la agenda positiva que Bruselas quiere iniciar con Ankara. En todo caso, ha señalado que los líderes de los Veintisiete retomarán este tema en junio, por lo que no se espera antes ninguna oferta en firme.

La visita a Turquía se trata de una importante muestra de la voluntad de la UE de encauzar las relaciones tras las turbulencias vividas el pasado año, en particular en las tensiones con Grecia y Chipre por las disputas marítimas. Bruselas entiende que Ankara es un vecino ineludible en el vecindario europeo y juega un importante papel en la estabilidad de la zona y en la propia política migratoria europea. Para ello plantea una agenda que aumente la cooperación económica, aumente la movilidad entre la UE y Turquía, aumente el diálogo a alto nivel para retos como la pandemia, el clima o la transición digital y garantice la buena gestión de la migración.

Este paso llega en un momento en el que Ankara ha rebajado las tensiones en el plano regional con Grecia y Chipre, con los que ha iniciado procesos para resolver los conflictos pendientes, pero aún así en Bruselas preocupa el deterioro de los derechos en Turquía con la salida de la Convención de Estambul sobre violencia contra las mujeres o la persecución a la minorías políticas como el prokurdo Partido Democrático de los Pueblos.

En este sentido, Von der Leyen ha recalcado que el respeto al Estado de Derecho es de vital importancia para normalizar las relaciones y ha asegurado que la salida de la Convención de Estambul "no es una buena señal" y debe revertirse. "No nos cansaremos de decirlo y ser claros, esto daña el proceso y esperamos otro enfoque de Turquía", ha indicado, tras asegurar que este tema ha sido discutido en profundidad con el mandatario turco.