Un empresario italiano está siendo investigado por simular su secuestro en Turquía en 2016, aunque la situación se le fue de las manos y acabó pasando tres años como rehén de un grupo yihadista en Siria, según la justicia italiana, que ha ordenado la detención de los tres hombres que idearon y llevaron a cabo el secuestro.

Alessandro Sandrini, un empresario de Brescia (norte), fue secuestrado oficialmente en octubre de 2016 cerca de la frontera turco-siria y liberado el 22 de mayo de 2019 cerca de Idleb, en el norte de Siria, por miembros del denominado Gobierno de salvación nacional, impulsado por opositores sirios, según informó el Gobierno italiano en ese momento.

Las investigaciones de la Fiscalía de Roma, en colaboración con la policía de Brescia, han permitido identificar a los estafadores: un italiano y dos albaneses, que han sido detenidos, acusados de un delito de conspiración para secuestro con fines terroristas, mientras Sandrini es investigado por simulación de delito e intento de fraude, según informaron los medios italianos.

Los tres arrestados, después de sugerir a Sandrini que viajara a la ciudad turca de Adana para simular un secuestro a cambio de dinero, engañaron al empresario, al que acabaron llevando contra su voluntad a Siria y le entregaron a un grupo yihadista nacido de la disolución del Frente Jabhat Al Nusra.

La Fiscalía indaga también si los tres detenidos llevaron a cabo la misma estafa con otro secuestro similar y bastante anómalo, el de Sergio Zanotti, que despareció en mayo de 2016, cuando estaba en Turquía y fue liberado en abril de 2019 en Siria, además de intentarlo con otros empresarios.

Según los investigadores, Sandrini, que pasaba por un mal momento económico, aceptó la oferta de los detenidos, viajó a Turquía y desapareció durante algunos meses para obtener dinero a cambio, sin saber que el secuestro acabaría convirtiéndose en realidad.

Sin embargo Zanotti , que no está siendo investigado, fue inducido por los estafadores a viajar a Turquía con el pretexto de comprar dinares iraquíes, según los medios.

"No es como se está diciendo. Ni he cogido un euro. No recibí dinero para ir allí y tampoco después. Todo ese tiempo fue un secuestro real. De principio a fin. No hay nada acordado ", aseguró Sandrini en una entrevista que publica hoy el Giornale di Brescia.