Un millar de personas han sido evacuadas y diez continúan desaparecidas por un deslizamiento de tierras ocurrido hace un día en la población de Ask, al sur de Noruega, y que todavía no está bajo control.

"Mantenemos abierta esa posibilidad, pensamos que es real. Buscamos a supervivientes, se trata de una acción de rescate", dijo este jueves en rueda de prensa el líder del operativo policial, Roger Pettersen.

El corrimiento de tierras comenzó hacia las 4.00 hora local de este miércoles junto a una zona residencial de esa población del municipio de Gjerdrum, 50 kilómetros al sur de Oslo, y ha provocado el colapso de una decena de edificios desde entonces.

Las autoridades noruegas aseguraron que la situación no está bajo control, ya que la masa de suelo arcilloso (de 700 metros de largo y 300 metros de ancho) sigue moviéndose, lo que complica las labores de rescate, dificultadas también por la nieve.

Por motivos de seguridad no hay personal de rescate sobre el terreno y el operativo se desarrolla con helicópteros y usando drones. Diez personas han recibido atención hospitalaria, aunque todas por motivos leves.

La policía local instó a la ciudadanía a no lanzar fuegos artificiales cerca de la zona siniestrada y anunció que entre las 23.00 y la una de la madrugada no sobrevolarán el área helicópteros.

Visita de la primera ministra

"Estar aquí ha sido una experiencia dramática. Este es probablemente uno de los peores deslizamientos de tierra que hemos tenido, y con las peores consecuencias", aseguró ayer la primera ministra noruega, Erna Solberg, al visitar Ask.

El rey Harald envió sus mejores deseos y un mensaje de esperanza a los afectados en un comunicado.

La iglesia local mantendrá sus puertas abiertas durante los próximos días y las autoridades municipales han habilitado un centro de crisis, mientras los evacuados han sido alojados en hoteles de la zona.