El Parlamento Europeo está abierto a explorar la posibilidad de una aplicación "provisional y parcial" del acuerdo entre la Unión Europea y Reino Unido sobre su relación futura hasta que los eurodiputados puedan analizar los detalles y ratificar formalmente el pacto en enero, si finalmente los negociadores logran un acuerdo antes de que acabe el año para evitar una ruptura a las bravas el próximo 31 de diciembre.

La Eurocámara había dado de plazo a los negociadores hasta el pasado domingo para recibir los textos legales de un eventual acuerdo si querían que lo pactado pudiera ser sometido al voto para su ratificación en un pleno extraordinario antes de que acabara el año.

Tras constatar que sigue habiendo diferencias importantes en materia de pesca entre Bruselas y Londres y que las conversaciones continúan contrarreloj, los eurodiputados han pedido a la Comisión Europea que estudie las "vías legales para que el 1 de enero se pueda poner en marcha" aquellos capítulos del acuerdo que necesitaran una aplicación "urgente", ha indicado en una rueda de prensa la líder de los Socialistas y Demócratas europeos, Iratxe García.

"Si finalmente se llega a un acuerdo, el Parlamento europeo no quiere ser el responsable de un 'no acuerdo'", ha dicho la eurodiputada, recalcando que, en cualquier caso, "está claro que no se podría votar antes del 1 de enero" la ratificación total de un acuerdo que los eurodiputados no han podido examinar en detalle a pesar de su complejidad.

Así las cosas, si se diera un acuerdo estos días una opción sería aplicar igualmente las medidas de contingencia previstas en caso de fracaso de las negociaciones hasta que el Parlamento votara su posición en el pleno ordinario de enero, del 18 al 21, para dar luz verde a la ratificación plena.

Pero esta posibilidad "no abarca la totalidad de cuestiones urgentes", por lo que "una mayoría" en el Parlamento europeo estaría dispuesta a una aplicación "provisional solo de los capítulos que necesitan una aplicación urgente para cubrir las dos o tres primeras semanas hasta el pleno de enero", ha explicado García.

También en este escenario sería necesario un pronunciamiento favorable por parte de la Eurocámara antes de que finalice el año, con una resolución que se baraja podría ser adoptada bien en un pleno extraordinario la próxima semana, bien por la Conferencia de Presidentes que reúne a los jefes de todos los grupos políticos.

La líder de los socialistas europeos admite que esta apertura tras el ultimátum frustrado del pasado domingo responde a las pocas alternativas y a la voluntad de evitar la ruptura más traumática, pero avisa también de que una aplicación provisional total, sin atender a las exigencias de los eurodiputados, complicará la ratificación final "mucho más" porque la Eurocámara se enfrentaría al voto "a cara de perro".

El Consejo cuenta con los mecanismos legales suficientes para lanzar este proceso, apunta García, pero sería una afrenta "grave" al respeto institucional hacia la Eurocámara y dañaría también la credibilidad del propio acuerdo.

Sobre los plazos, García advierte de que no es solo la Eurocámara la institución atada por el calendario y recalca que los Veintisiete también necesitan un mínimo de tiempo para la tramitación del posible acuerdo y señala que a consultas de los eurodiputados el Consejo ha fijado este miércoles, día 23, como última fecha posible para un acuerdo, aunque podría dilatarse hasta el 26.

Entretanto, el negociador europeo, Michel Barnier, asistirá en la tarde de este martes a sendas reuniones con los embajadores de los 27 ante la UE y con los eurodiputados de la comisión que sigue la negociación para informarles del estado de las conversaciones y de las opciones de acuerdo.