Los portugueses tendrán más limitaciones que los extranjeros que visiten su país durante el fin de semana de Todos los Santos, en el que no podrán salir de su municipio ni si tienen reservas hoteleras, algo que sí podrán hacer los extranjeros.

La curiosa situación se dará entre las 00.00 horas del día 30 y las 06.00 del 3 de noviembre, periodo en el que estarán en vigor limitaciones especiales de cara al fin de semana de Todos los Santos, una fecha señalada en Portugal, un país con fuertes nexos familiares y mayoritariamente católico.

El Gobierno del socialista António Costa apuntó que el "dolor del luto" puede comprometer -dijo- la distancia social, para imponer la prohibición de salir del municipio de residencia en ese periodo.

Hay varias excepciones a la norma, algunas de ellas polémicas, como poder hacerlo para ir a espectáculos culturales, pero en otros momentos es taxativa, por ejemplo para aquellos portugueses que pensaba pasar el fin de semana en un hotel.

"Tengo reserva de hotel. ¿Puedo pasar el fin de semana fuera?" es una de las "dudas frecuentes" a las que ha respondido hoy el Gobierno en su página web con un rotundo "No".

Pero esta rotundidad no se aplica a los extranjeros que visiten Portugal ese fin de semana -que en la vecina España suma el festivo del lunes 2-, a los que se permiten desplazamientos "para locales de permanencia comprobada", entre los que se engloban hoteles o posadas.

Fuentes del Ministerio de Administración Interna (equivalente a Interior), han confirmado a Efe la diferencia de criterios para portugueses y extranjeros, admitiendo incluso que se trata de una suerte de "discriminación positiva" para foráneos.

"Un ciudadano extranjero, en este caso español, no tiene residencia fija en Portugal, y por tanto puede desplazarse al hotel con comprobante", han explicado las fuentes.

Esta excepción permitirá por ejemplo que un extranjero que entre en Portugal por su frontera norte, Galicia, pueda atravesar el país si su reserva hotelera está en el Algarve (extremo sur), aunque una vez esté allí no podrá salir de ese municipio.

Y ello se producirá porque no está permitida la circulación entre localidades para todos. Sólo será posible para llegar al hotel.

Para los desplazamientos generales, los extranjeros seguirán las mismas normas que los portugueses: no podrán hacerlo entre municipios.

Esto implica que, si cruzan la frontera y no tienen reserva de hotel o de vuelo, apenas podrán llegar al primer municipio del país vecino, sin cruzar al siguiente.

Actualmente rige en Portugal el estado de calamidad, que impide reuniones de más de cinco personas en la calle y restaurantes, y limita horarios comerciales.

Además, desde este miércoles es obligatorio llevar mascarilla en la calle.

Desde que la pandemia comenzó, el país suma 2.394 fallecidos y 128.392 infectados, con la curva de contagios disparada en los últimos días, lo que ha llevado al primer ministro, António Costa, a convocar un consejo de ministros extraordinario el próximo sábado para, previsiblemente, tomar nuevas medidas.