El Gobierno de Giuseppe Conte puede dar un suspiro de alivio porque las elecciones autonómicas en siete regiones del país han arrojado resultados tranquilizadores, a pesar de que han evidenciado que la mayoría formada por los antisistema del Movimiento 5 Estrellas (M5S) y los progresistas del Partido Democráta (PD) está aún lejos de estar consolidada. En el referéndum popular para confirmar la reducción de 230 escaños en el Parlamento y 200 en el Senado, que también se votaba este domingoy lunes, los favorables al recorte han sido el 69,5%, mientras que los contrarios, que hasta hace una semana eran el 10%, han alcanzado el 30,5%.

"Se trata de una victoria del pueblo", ha dicho Luigi Di Maio, líder del M5S, arropado por Nicola Zingaretti, líder de los progresistas del Partido Demócrata (PD). "Ahora, adelante con las reformas", ha agregado, criticando sin rodeos a sus aliados: "Si hubiesen votado junto a nosotros, habríamos vencido en todas las autonomías". A pesar de apoyar el mismo Gobierno, PD y M5S se presentaban por separado en todas las regiones, a excepción de Liguria (Génova), donde los pronósticos ya daban como vencedor al candidato saliente de la derecha, Giovanni Toti. Su gestión de la ciudad, tras la caída del puente Morandi en el 2018, ha sido muy apreciada por los electores.

Sobre el voto en las autonomías, los datos de los sondeos a pie de urna y las primeras proyecciones, todas provisionales, daban tres regiones a la derecha y tres a la izquierda. Véneto, Liguria y Marcas a los conservadores, y Toscana, Campania y Apulia a los progresistas.La izquierda salva la Toscana

La región de la Toscana (Florencia), que los sondeos apuntaban a que iba a dejar de ser gobernada por la izquierda por primera vez desde que nacieron las autonomías (1970) y en la que Matteo Salvini había volcado sus esfuerzos para "expugnar el fortín rojo", se mantiene en manos de los progresistas. En los últimos días, todos los líderes de la izquierda habían recorrido verdaderos maratones en aquella región, yendo de casa en casa hasta las últimas pedanías para recabar un voto. Matteo Renzi, que en el ámbito nacional intenta, sin conseguirlo, sacar adelante su partido Italia Viva, en su región de nacimiento y residencia se ha unido a los progresistas sin rechistar.

La extrema derecha de los Hermanos de Italia (FdI), herederos directos del fascista Movimiento Social Italiano (MSI), habrían vencido (49,6%) en las Marcas, región más abocada políticamente y económicamente al Este de Europa y a Oriente Próximo que a Roma. De confirmarse, no se trataría de una victoria de la Liga de Matteo Salvini, aliado del Fdl, sino de la ultraderecha, la primera en una autonomía de la península.

El resultado en el Véneto (Venecia) para Luca Zaia, líder de la Liga Véneta aliada de la Liga de Salvini, constituye un plebiscito para el presidente autonómico saliente, que ha alcanzado el 74,2% de los votos contra el 16% de la izquierda. Según los analistas italianos, su victoria pesará ahora sobre el rumbo de la xenófoba Liga de Salvini, aunque Zaia ya ha salido al paso, rechazando su posible liderazgo nacional. "Yo soy sólo un campesino...", ha comentado.

El sueldo de los parlamentarios

"Ahora empieza una nueva fase", ha dicho el antisistema Di Maio, que ha indicado los próximos pasos a realizar y ha lanzado un nuevo órdago contra la clase política: "Ahora vamos a por el recorte de los sueldos de los parlamentarios" (de unos 12.000 euros al mes).

El referéndum y las autonómicas han sido las primeras votaciones de los italianos desde que, en febrero, comenzó la pandemia. En la actualidad, los contagios aumentan aunque menos que en los demás países de la UE. La afluencia a las urnas ha sido del 53,8%, una tasa elevada para Italia, lo que ha conllevado que las autoridades hayan tenido que organizarse para asegurar el voto a los ciudadanos. Existía el temor de que los ancianos, y no solo ellos, no fueran a votar por miedo a contagiarse, pero casi todos han podido ejercer su derecho, con colegios organizados al aire libre o votaciones personalizadas en los domicilios, con los interventores que han recogido las papeletas vestidos con trajes de protección para evitar contagios. La tradición de usar los locales de las escuelas, que acaban de abrir el nuevo curso, ha conllevado que en algunas localidades se haya votado en centros deportivos y parques.