Dos explosiones se produjeron este lunes con una hora de diferencia en el centro de Jolo, la capital de Sulu, una remota provincia del sur de Filipinas convertida en refugio de los yihadistas de Abu Sayyaf, con al menos 9 víctimas mortales y en torno a una veintena de heridos, según el informe preliminar de la policía.

La primera explosión tuvo lugar alrededor del medio día en una céntrica plaza de Jolo, al estallar una motocicleta situada cerca de donde un camión del Ejército repartía alimentos, y la segunda una hora después a unos 70 metros cuando la policía acordonaba la zona del siniestro, según informan medios locales.

El grupo de trabajo conjunto de la Policía y el Ejército de Sulu baraja la tesis del atentado terrorista y ya ha desplegado efectivos en la zona en busca de los posibles responsables.

El jefe del Comando de Mindanao Occidental del Ejército, el general Corleto Vinluan, confirmó que entre las nueve víctimas mortales, cinco son soldados, además de registrar al menos 18 heridos entre sus tropas.

En enero de 2019, yihadistas extranjeros apoyados por Abu Sayyaf hicieron estallar dos bombas en la catedral de Jolo durante la misa dominical, atentado en el que murieron 23 personas -incluidos dos terroristas suicidas- y un centenar resultaron heridas, el ataque más mortífero en el sur de Filipinas en años.

Abu Sayyaf, grupo yihadista local que en 2014 juró lealtad al Estado Islámico, fue fundado en los años noventa en la vecina isla de Basilan y desde entonces ha perpetrado atentados y secuestrado a varios ciudadanos extranjeros.

Aunque su presencia en el resto del Mindanao Musulmán es cada vez más reducida, se estima que hay unos 300 efectivos de Abu Sayyaf en el remoto archipiélago de Sulu, donde se cree que también se esconden yihadistas huidos del extinto califato del Estado Islámico.