El líder norcoreano, Kim Jong-un, ha anunciado que el régimen desvelará un nuevo plan económico quinquenal en un congreso del partido único que ha sido convocado para enero de 2021.

Kim realizó el anuncio durante el plenario del Partido de los Trabajadores celebrado el miércoles, según informó hoy la agencia estatal de noticias KCNA.

Durante el encuentro se valoraron "los logros y defectos" del actual plan quinquenal adoptado tras el anterior congreso del partido en mayo de 2016 y se aprobó la convocatoria de una nueva reunión asamblearia.

El que será el octavo congreso del Partido de los Trabajadores buscará "establecer una nueva línea de lucha y de políticas y tácticas estratégicas", según KCNA.

En un comentario inusual, la agencia estatal afirmó que debido a "situaciones internas y externas severas y a múltiples desafíos inesperados" las mejoras de la economía norcoreana se han retrasado y que por ello "el nivel de vida de la población no ha mejorado notablemente".

Además de una referencia a las sanciones internacionales, el comentario parece destinado a reconocer las dificultades que encara el país debido a la pandemia, que ha reducido enormemente sus intercambios económicos con el exterior, o las recientes inundaciones provocadas por un monzón inusualmente largo este año.

Sólo con China, el principal socio comercial de Corea del Norte, los intercambios comerciales cayeron un 67 % hasta 412 millones de dólares en la primera mitad de 2020, debido a los cierres fronterizos por la pandemia, según cálculos de la Asociación de Comercio Internacional de Corea (KITA) publicados este jueves.

Los expertos señalaron también la importancia de que el congreso, que será el segundo bajo el liderazgo de Kim Jong-un, se haya convocado en enero, coincidiendo con la toma de posesión del presidente de EE.UU. tras las elecciones de noviembre, posiblemente para establecer unas líneas estratégicas en función de quién se imponga en esos comicios.

El diálogo sobre desnuclearización entre Pionyang y Washington está estancado desde la cumbre de Hanói de 2019, donde EE.UU. consideró insuficiente la oferta de desarme norcoreana y se negó a levantar sanciones.