El balance de víctimas mortales a causa de las explosiones registradas la semana pasada en el puerto de la capital de Líbano, Beirut, ha aumentado a 220, según ha confirmado el gobernador de la ciudad, en un momento en el que el Gobierno sopesa dimitir en bloque por lo sucedido.

El gobernador beirutí, Maruán Abud, ha señalado que el balance de víctimas asciende a 220 fallecidos y más de 7.000 heridos, al tiempo que ha agregado que aún hay más de un centenar de personas desaparecidas, según el portal de noticias Al Masdar Online.

Asimismo, ha resaltado que entre los desaparecidos hay múltiples trabajadores extranjeros y empleados que se encontraban en el puerto en el momento de las explosiones, tal y como ha recogido la cadena de televisión británica BBC.

Durante la jornada, el ministro de Obras Públicas de Líbano, Michel Najjar, ha adelantado que el primer ministro, Hasán Diab, tiene previsto anunciar este lunes la dimisión en bloque de todo el Gobierno, después de que en las últimas horas se hayan sucedido varias renuncias de miembros a título individual.

Este mismo lunes han dimitido los ministros de Justicia, Finanzas y Defensa de Líbano, Marie-Claude Najm, Ghazi Uazni y Zeina Acar, respectivamente. Acar era además vice primera ministra. El domingo dimitieron la ministra de Información de Líbano, Manal Abdel Samad, y el responsable de Medio Ambiente, Damianos Qatar.

El incidente, atribuido a la explosión accidental de 2.750 toneladas de nitrato de amonio mal almacenado, ha reactivado las protestas en Beirut. Estas manifestaciones se han saldado con la muerte de al menos un policía y otras cientos de personas heridas.

Las explosiones han tenido lugar en un momento en el que Líbano atraviesa una grave crisis económica --la peor desde la guerra civil (1975-1990)-- y se teme que la destrucción ocasionada por las mismas impacten directamente en la importación de alimentos y otros productos básicos.