Cuando las reservas comenzaban a coger ritmo después de cuatro meses de cierre generalizado, el Gobierno de Boris Johnson ha dado la estocada al turismo españolBoris Johnson. Desde el domingo, todos los viajeros que llegan al Reino Unido procedentes de España deben someterse a un aislamiento de 14 días y este lunes ha recomendado a sus ciudadanos no viajar a España. Una decisión que se suma a otras recomendaciones de muchos países de no visitar regiones españolas y a las cancelaciones provocadas por los rebrotes. El Gobierno y el sector tratan de evitar una hecatombe en plena temporada alta.

El mayor operador del Reino Unido, el gigante Tui, fue el primero en reaccionar a la decisión del gobierno inglés cancelando los vuelos a España hasta el 9 de agosto, a excepción de Baleares y Canarias, y Jet2 decidió ayer eliminar sus vuelos a Almería, Alicante, Málaga y Murcia (mantiene la conexión con las islas) hasta el 16 de agosto. El británico es el principal mercado emisor de turistas, seguido de Francia y Alemania, con 18,1 millones de viajeros en 2019 y 17.985 millones de euros de gasto.

Baleares, Canarias, la Costa Blanca (especialmente, Benidorm) y la Costa del Sol son las principales zonas de destino de los ingleses. Esta prohibición enterraría prácticamente el escaso turismo estival previsto para este año en esos lugares. "Estamos hablando con las autoridades británicas para intentar hacerles recapacitar en una medida que consideramos desajustada. Si vemos la incidencia del virus en territorios como Baleares, Canarias, Andalucía o la Comunitat Valenciana es inferior al Reino Unido", explicó este lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una entrevista en Telecinco. "En términos epidemiológicos sería más seguro estar en estos territorios que en Reino Unido", añadió.

El veto inglés es para muchos sorpresivo por la falta de evidencia epidemiológica. La OMS asegura que la situación en España está lejos de la que había en pleno estado de alarma. Y el sector apunta al alarmismo como el principal culpable de la decisión de Londres. "Lo único que puede haber ocurrido es que alguien le haya comunicado una situación apocalíptica a Reino Unido que no es tal", opina el vicepresidente de Exceltur, José Luis Zoreda. "¿Es que en Francia, Italia, Alemania o Grecia no hay rebrotes?", añade.

8.700 millones en riesgo

La decisión británica ha sido el culmen a una serie de recomendaciones que amenazan con echar al traste los ya de por sí complejos pronósticos de este verano. Francia ha aconsejado no viajar a Catalunya y Bélgica ha recomendado no viajar a seis comunidades españolas (Aragón, Catalunya, País Vasco, Navarra, La Rioja y Extremadura) y ha prohibido a sus ciudadanos desplazarse a Huesca y Lleida. Noruega ha establecido, desde el sábado, 10 días de cuarentena a los viajeros procedentes de España; y Holanda desaconseja también viajar a Barcelona y el Segriá y establece una cuarentena de 14 días a quienes procedan de esas zonas.

En juego están cerca de 8.700 millones de euros de gasto que dejaron todos estos turistas (briánicos, franceses, belgas, noruegos y holandeses) entre los meses de agosto y septiembre del año pasado, según Exceltur. Una cifra que se incluye, en parte, en sus estimaciones de 40.000 millones de euros de pérdidas para el sector en 2020. Para la asociación que agrupa a los gigantes del turismo, han fallado los procedimientos uniformes de la UE de cómo controlar los flujos turísticos y también la descoordinación regional. "Si hay una comunidad que ha estado permanente desafiando y jugando a la insubordinación ha sido la que se ha desmadrado la primera. Estamos pagando el pato en toda España de la mala imagen que está dando Catalunya", apunta Zoreda.

Test antes de salir de España

El Gobierno trata de encauzar la situación vía diplomática, mientras los hoteleros españoles se ofrecen a financiar test en destino a los turistas extranjeros a su salida de sus alojamientos en España. "Es un jarro de agua fría en un momento en el que estábamos teniendo cierta recuperación de los mercados y esperábamos buenos resultados para agosto", señala el presidente de Cehat, Jorge Marichal, quien ha reclamado a la Unión Europea medidas en este sentido. Desde Bruselas, un portavoz comunitario reclamó este lunes "coordinación" a los estados miembros para hacer frente a los rebrotes, aunque sin establecer ninguna acción al respecto.

Pero más allá de las cuarentenas, los centenares de rebrotes que hay en España amenazan al sector. El presidente de Meliá, Gabriel Escarrer, advertía hace unas semanas que la obligación de usar mascarilla estaba haciendo caer las reservas en Baleares y Catalunya y la propia ministra Reyes Maroto confirmó la semana pasada que se estaban produciendo cancelaciones. "Los rebrotes nos están haciendo tocar tierra otra vez", se lamentaba la semana pasada el presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel. Las estimaciones de la patronal hostelera apuntan a una caída de la facturación de hasta 67.000 millones de euros y el cierre de 65.000 locales. Si la situación se agrava, los cierres alcanzarían los 85.000 establecimientos.