El gobierno de Nueva Zelanda anunció este martes la suspensión del tratado de extradición con Hong Kongque impuso China en la excolonia británica, tras más de un año de protestas.

Esa ley "socava los principios del Estado de Derecho y el marco 'una nación, dos sistemas', así como va en contra del compromiso de China con la comunidad internacional", dijo en un comunicado el ministro de Exteriores de Nueva Zelanda, Winston Peters.

Asimismo, el también viceprimer ministro de la coalición liderada por la laborista Jacinda Ardern enfatizó en que Nueva Zelanda "no confía suficientemente en que el sistema de justicia criminal sea independiente de China".

El gobierno neozelandés también anunció que dará el mismo trato a las exportaciones de productos sensibles, como los militares, procedentes de Hong Kong que a los de China, al tiempo que emitió una alerta de viaje a la excolonia al indicar los riesgos que supone la nueva ley de seguridad nacional.

Con su decisión, Nueva Zelanda sigue los pasos a su vecino Australia, que suspendió a principios de mes su acuerdo de extradición con Hong Kong por esta ley de seguridad.

Además, Australia abrió una vía para que los hongkoneses en el país oceánico puedan obtener la residencia permanente.

La ley, aprobada en mayo por la Asamblea Nacional Popular China, ha sido criticada por países como Estados Unidos y Reino Unido, cuyo Gobierno ha decidido otorgar permisos de residencia y, eventualmente, la nacionalidad británica a alrededor de tres millones de hongkoneses.