El Reino Unido ha registrado 155 muertos por COVID-19 en 24 horas, hasta un total de 43.730 fallecidos desde que comenzó la pandemia, informó hoy el Ministerio de Salud británico.

Se han detectado además 689 nuevos contagios de coronavirus en el país, tras haberse dispensado 133.467 pruebas diagnósticas en una jornada.

El Gobierno británico ha endurecido las medidas de confinamiento durante al menos dos semanas en la ciudad de Leicester, en la que viven cerca de 400.000 personas y donde se han localizado el 10 % de los casos de COVID-19 en Inglaterra en una semana.

Se trata del primer confinamiento local que ha decretado el Ejecutivo desde que comenzó a aplicar la desescalada gradual de las medidas de aislamiento social.

Mientras que los pubs, restaurantes, peluquerías y hoteles ingleses reabrirán el próximo sábado, en Leicester han cerrado los comercios no esenciales y escuelas que ya habían levantado de nuevo sus persianas.

El ratio de infecciones en esa ciudad durante los siete días previos al 21 de junio fue de 135 casos por cada 100.000 habitantes, indicó el ministro de Salud, Matt Hancock, una cifra tres veces por encima de la registrada en las siguientes localidades con mayor tasa de contagios.

En Bradford, Barnsley y Rochdale, los otros puntos más problemáticos en Inglaterra, se detectaron 45 positivos por 100.000 habitantes esa misma semana.

Hancock detalló que el Gobierno, con mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes, modificará la ley en los próximos días para facilitar la aplicación de confinamientos locales en caso de rebrotes del virus.

Por ahora, el Ejecutivo "está recomendado que solo se produzcan desplazamientos esenciales desde y hacia Leicester" y espera que "la gran mayoría de la población cumpla esas normas", subrayó el ministro.