Las autoridades chinas consideran que la aparición de casos directamente relacionados con el mercado mayorista de alimentación de Xinfadi, el principal de la ciudad donde comenzó el rebrote del coronavirus en Pekín, está ya en su "etapa final". Según el último parte oficial de la Comisión Nacional de Sanidad, en China se registraron 22 casos de COVID-19 este lunes, de los que los 13 que se produjeron por transmisión local corresponden a Pekín.

El brote, detectado en Xinfadi, el principal mercado de alimentos frescos de la urbe, ha dejado hasta ahora 245 casos confirmados, aunque las autoridades lo dan ya por "controlado" gracias a las medidas adoptadas para contenerlo como las pruebas masivas. Hasta el lunes, 2,34 millones de residentes de Pekín se han sometido a test, lo que supone más de un 10 % de la población de la ciudad, donde ya se han establecido 480 puntos donde recoger las muestras.

El subdirector del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China, Feng Zijian, indicó este martes que si se analizan "la curva de incidencia, la composición y la procedencia de los casos", se puede colegir que los contagios entre las personas expuestas al mercado están llegando a su "etapa final". No obstante, Feng, citado por el portal privado de noticias Caixin, matizó que todavía se seguirán registrando algunos contagios debidos a que infectados con exposición directa al mercado han llevado el virus a sus comunidades, aunque en estos casos "el nivel de transmisión es muy bajo".

"Se pudo controlar el brote debido a que se detectó muy pronto y a que las medidas de control tuvieron un resultado positivo, por lo que su propagación comunitaria fue controlada de manera efectiva", celebró el número dos de la citada institución.

Los repartidores

Más de 100.000 trabajadores de servicios de reparto a domicilio en la capital china se han sometido estos días a pruebas del coronavirus, ante los temores de que, debido a que su trabajo les lleva de un punto a otro de la ciudad y están en contacto con multitud de personas a lo largo de una sola jornada, puedan convertirse en vectores de expansión del virus. De hecho, la prensa oficial se hacía eco este martes del contagio confirmado de un repartidor de la plataforma Ele.me, centrada en comida a domicilio, que había efectuado unas 50 entregas de media durante los últimos días.

Así pues, las autoridades han reclamado a las empresas que impartan formación de seguridad sanitaria básica a sus trabajadores y que les entreguen equipamiento de protección ante infecciones como mascarillas. Asimismo, se ha pedido a los negocios del sector que pongan de su parte en la contención de la enfermedad con medidas como la desinfección regular de los locales o el control de la temperatura de sus empleados.

Estas fechas están siendo especialmente ajetreadas para los repartidores, ya que hasta el pasado 18 de junio se celebró un período de rebajas en el comercio electrónico: entre los días 11 y 20 de este mes, se entregaron en Pekín un 25 % más de paquetes que en el mismo período del año anterior. Un experto del sector, citado por la radio nacional china, sugirió a las compañías que establezcan ya "equipos de respuesta de emergencias" para estar preparados en caso de que vuelvan a producirse incidentes similares en el futuro.

Fábricas selladas

A pesar del optimismo de las autoridades, el inesperado rebrote en Pekín ha traído consecuencias para las operaciones de diversas industrias. Por ejemplo, los medios estatales indicaban hoy que todas las obras y las fábricas en la ciudad empezarán a funcionar en "entornos cerrados", prohibiendo el acceso a cualquier persona externa.

Una de las razones para esto podría ser la fábrica de PepsiCo en Pekín, donde se producen las patatas fritas de marca Lay's, que suspendió su producción y envió a todos sus trabajadores a hacerse pruebas después de que dos de ellos visitasen el mercado de Xinfadi y se comenzasen a registrar contagios en la planta. Este lunes la factoría informó de otros tres nuevos casos confirmados, lo que eleva a once el número total de infecciones allí.

Otro sector afectado por el rebrote es el inmobiliario: en la semana del 15 al 21 de junio el volumen de alquileres gestionados por la plataforma Lianjia -una de las principales del país- en Pekín cayó más de un tercio con respecto a la semana anterior. Y no solamente han bajado los nuevos alquileres, sino que los precios también descienden en torno a un 15 %.

Entre los factores que más han influido no solo destaca el aumento de los controles de acceso a los complejos residenciales -que, en ocasiones, imposibilitan visitar pisos- sino también que muchos estudiantes de último año de otras partes del país no han podido volver a Pekín a buscar un empleo, y los que sí lo han logrado se han topado con un mercado laboral hundido por causa de la pandemia.