El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, permanece ingresado en un hospital de Londres desde el domingo por la noche con síntomas "persistentes" de COVID-19, si bien continúa "a cargo del Gobierno", según ha asegurado su portavoz oficial.

Downing Street ya no describe su sintomatología como "leve", tal como había hecho desde que se conoció que estaba contagiado, hace once días, con el coronavirus, pero ha rehusado ofrecer más detalles sobre su estado ni sobre las pruebas que se le han llevado a cabo en el hospital St. Thomas, parte del sistema de salud público.

En su reunión diaria con periodistas, el portavoz del jefe de Gobierno recalcó que Johnson, de 55 años, ha pasado una noche "cómoda", mantiene el "buen ánimo" y permanece en observación como medida de precaución.

Rehusó confirmar o desmentir si ha desarrollado neumonía o si ha necesitado ser tratado con oxígeno, y puntualizó que se ofrecerá información sobre su salud cuando haya novedades y, en particular, cuando reciba el alta.

Según el diario 'The Times', Johnson fue trasladado al centro hospitalario en un vehículo privado en torno a las 19.00 GMT del domingo por la noche y recibió "tratamiento de oxígeno", mientras que Downing Sreet pidió "cautela" en ese terreno.

Por su parte, el ministro de Exteriores, Dominic Raab, presidió este lunes la reunión diaria para coordinar la respuesta a la pandemia de coronavirus, mientras que el encuentro del gabinete de Gobierno que dirige Johnson cada semana, previsto para este martes, ha quedado pospuesto.

A finales de marzo, Downing Street designó a Raab, de 46 años, como la persona que se haría cargo del Ejecutivo si Johnson se encuentra incapacitado, un puesto que recibe el nombre de "designated survivor" ("superviviente designado", en inglés).

El jefe de la diplomacia se encargó este lunes de ofrecer la rueda de prensa diaria para informar a los británicos sobre el avance en la lucha contra la pandemia. "Quiero resaltar que el Gobierno continúa unido en torno a una sola prioridad, derrotar al coronavirus y hacer que esta nación supere los retos que se nos presentan", afirmó Raab, quien aseguró que Johnson permanecerá en el hospital mientras los médicos lo consideren necesario.Avance de la epidemia

El último incremento diario de muertos por COVID-19 ha sido de 439 víctimas mortales en el país, la menor cifra desde el pasado 31 de marzo. El sábado se comunicó el mayor aumento de fallecidos hasta ahora, 708, mientras que el domingo esa cantidad descendió a 621.

En cuanto a los contagios confirmados, ascienden a 51.608, 3.082 más que este domingo, tras haberse realizado 208.837 pruebas diagnósticas.

A pesar del descenso de la mortalidad, el consejero médico del Gobierno, Chris Whitty, que ha superado él mismo la enfermedad, advirtió de que aún es demasiado pronto para juzgar cuándo se va a producir el pico de la pandemia en el Reino Unido.

El alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, reveló hoy por su parte que diez trabajadores del transporte público de la capital británica han muerto en los últimos días tras dar positivo por el nuevo coronavirus.

El Gobierno ha admitido por su parte de que todos los test de anticuerpos que han comprado hasta ahora para tratar de detectar a las personas que ya han superado la enfermedad han resultado defectuosos y va a tratar de recuperar el dinero que ya ha pagado.

Según los medios británicos, el Ejecutivo había encargado 17,5 millones de esas pruebas diagnósticas.

El investigador de la Universidad de Oxford John Bell, uno de los científicos que asesora al Ejecutivo, afirmó este lunes que contar con un test de anticuerpos fiable en el Reino Unido va a costar como mínimo un mes.

Los test masivos son la estrategia que ha puesto el Ejecutivo británico sobre la mesa para poder comenzar a reactivar la actividad económica y poner fin paulatinamente al confinamiento.

"Los anticuerpos se crean durante la infección y alcanzan su máximo nivel 28 días después del contagio. Se mantienen después durante meses y continúan dando protección", describió Bell.