El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, avisó este martes a la nación de que las próximas dos o tres semanas serán "muy dolorosas" y que el Covid-19 matará a por lo menos 100.000 personas, aunque podrían ser cerca de 240.000.

Los contagios por coronavirus en Estados Unidos superan ya los 188.000 después de sumar más de 24.000 en las últimas 24 horas y el número de muertos es de 3.882 (740 en las últimas 24 horas), solo por detrás de Italia y España. "Quiero que todos los estadounidenses estén preparados para los días difíciles que se avecinan. Estamos atravesando semanas muy difíciles", dijo Trump durante su rueda de prensa diaria sobre el Covid-19. El presidente avisó que las próximas dos semanas serán "muy, muy dolorosas", al tiempo que sus asesores médicos de más alto rango presentaron las proyecciones de fallecidos con las que la Casa Blanca trabaja.

Millones de muertos

En el mejor de los casos, la Casa Blanca augura una horquilla de entre 100.000 y 240.000 muertos gracias a las medidas de contención que se han implementado, una cifra que podría llegar a entre 1,5 y 2,2 millones si nada se hiciese para combatirlo. El presidente consideró que 100.000 muertos sería "una cifra muy baja" si se compara con las peores proyecciones. Trump también dijo que estudia prohibir la llegada de viajeros de Brasil, el mayor foco de coronavirus en Latinoamérica con 5.717 casos confirmados y 201 fallecidos.

"Sí, estamos ciertamente estudiando un veto" de Brasil, dijo Trump, en referencia a una medida que ya ha tomado en las últimas semanas con China y Europa para evitar la entrada del coronavirus por los aeropuertos.

Estamos estudiando a muchos países a medida que se ponen en posición (de ser focos de Covid-19). Brasil, para poner un ejemplo, no tenía problemas hasta hace muy poco, y ahora empiezan a tenerlo", detalló el mandatario.

El presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, se ha mostrado contrario al confinamiento y partidario de la vuelta al trabajo y la reapertura de colegios a la vez que ha desafiado las recomendaciones sanitarias al dar un paseo por Brasilia. Asimismo, Bolsonaro anunció ayer nuevas medidas de apoyo financiero frente al Covid-19, al que ahora calificó de "problema mundial", después de haber conversado con su homólogo de Estados Unidos.

"Hablamos con Donald Trump e intercambiamos informaciones sobre un problema que es mundial", declaró Bolsonaro, quien insistía en calificar a la pandemia de coronavirus como "gripecita", pero este martes moderó el tono para admitir en un pronunciamiento en cadena nacional que se trata del "mayor desafío de esta generación". En un pronunciamiento de apenas unos minutos, Bolsonaro anunció ayer un nuevo paquete financiero de apoyo a medidas para "la manutención de empleos", que es una de sus obsesiones en medio de la pandemia, y en favor de gobiernos regionales y municipios.

El monto total de estas nuevas ayudas, que no fueron totalmente detalladas, será sobre los 110.000 millones de reales (unos 22.000 millones de dólares).

Además de la llegada este lunes del buque médico militar Confort con 1.000 camas y del hospital de campaña en el centro de convenciones Javit con 2.500, Nueva York, el epicentro del Covid-19 en Estados Unidos, sigue ampliando su capacidad médica. En el icónico Central Park se trabajaba el martes para abrir un hospital de campaña con 68 camas y 10 respiradores, mientras que las pistas de tenis del Abierto de Estados Unidos acogerán a partir de la próxima semana otro hospital de campaña con 350 camas destinadas a pacientes que no requieren cuidados intensivos.

En Nueva York los contagios alcanzaron ayer los 83.712 y los fallecidos 1.941, cifras que han requerido que el Pentágono envíe camiones frigorífico para albergar los cadáveres que no caben en las morgues de los hospitales.