El Gobierno turco ha decidido cancelar todos los vuelos internacionales como parte de un nuevo paquete de medidas contra la expansión de la pandemia del coronavirus, ha anunciado este viernes el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

"Se pone fin a todos los vuelos internacionales", dijo el presidente, al enumerar una serie de medidas en una comparecencia en Ankara, transmitida en directo por la cadena NTV.

Confirmó también otra decisión, anunciada horas antes por el Ministerio del Interior, para restringir el tráfico de autobuses interurbanos con el fin de minimizar los contactos entre ciudades.

"Para viajar entre diferentes ciudades hará falta un permiso de la oficina del gobernador", una institución dependiente del Ministerio del Interior, especificó el mandatario.

Confirmó también la prohibición de celebrar excursiones o picnics o actividades recreativas similares durante el fin de semana, vigente a partir de este viernes.

Además, tanto en el sector público como en el privado se aplicarán horarios flexibles con el mínimo número de trabajadores posible, agregó Erdogan.

El presidente exhortó a la ciudadanía a salir lo menos posible y a aplicar un toque de queda voluntario, pero agregó que, además, se establecerán en todas las provincias organismos dependientes del gobernador que vigilarán el cumplimiento de las medidas mencionadas.

"En 30 ciudades con área metropolitana se aplicarán estas medidas de forma estricta", advirtió el presidente.

Por otra parte, el Ministerio de Salud envió una circular que veta en los próximos tres meses toda solicitud de vacaciones o de despido a todos los empleados del ámbito sanitario, sean del sector público o privado.

El número de contagios comprobados en Turquía ha alcanzado los 5.698 casos y un total de 92 personas han fallecido por la epidemia del COVID-19, mientras que hay 344 pacientes en cuidados intensivos, según los datos del Ministerio de Salud hechos públicos este viernes.