El presidente ruso, Vladímir Putin, aplazó el plebiscito constitucional, del que depende que siga en el Kremlin después de 2024, y llamó a la población a quedarse en casa para frenar la amenaza de una "rápida" propagación del coronavirus.

"Ahora es extremadamente importante abortar la amenaza de una rápida propagación de la enfermedad", dijo Putin en un mensaje televisado a la nación.

Amenaza de epidemia

Con gesto adusto, Putin admitió que, aunque Rusia ya cerró a finales de enero la frontera con China, es "objetivamente imposible contener totalmente" la entrada del coronavirus en territorio ruso.

"Debemos entender que Rusia, debido a su situación geográfica, no puede aislarse de la amenaza. Junto a nuestras fronteras hay países que se han visto gravemente afectados por la epidemia", explicó.

Putin decidió dirigirse a los rusos por vez primera desde el estallido de la crisis después de que el grupo de trabajo encargado de combatir la pandemia admitiera el martes de que la situación en Moscú, donde hoy aumentaron en 120 los casos (hasta 410), es mucho más "seria" de lo que se preveía en un primer momento.

Las autoridades también reconocieron que las cifras de positivos en Rusia, 658 a día de hoy, no reflejan la situación real en muchas regiones del país, donde la escasez de exámenes se ha convertido en un problema acuciante.

Poco después de la intervención presidencial se confirmaron los dos primeros muertos por COVID-19, un anciano de 88 años y otro de 73 que fallecieron en Moscú.

La semana pasada ya falleció una paciente que había dado positivo de coronavirus, pero las autoridades no la incluyeron en las estadísticas, alegando que había muerto por un trombo.

Por si había alguna duda de la gravedad de la situación, al visitar este martes un hospital en Moscú, el médico jefe dijo al presidente que el país debía curarse en salud y estar preparado para el "escenario italiano".

Aplazamiento de consulta

Por todo ello, Putin anunció hoy el aplazamiento de la consulta constitucional prevista para el 22 de abril, a la que estaban llamados a las urnas decenas de millones de rusos y en cuya campaña se encontraba inmerso desde hace dos meses.

"La absoluta prioridad es la salud, la vida y la seguridad de la gente. Por eso, considero que la votación debe ser trasladada a una fecha más tardía", explicó.

En una confirmación de la incertidumbre reinante, Putin admitió que la fecha de la votación dependerá de la evolución de la situación epidemiológica y que sólo se tomará tras consultas con especialistas. Putin ya había aludido anteriormente a la posibilidad de posponer el plebiscito debido a la pandemia.

En caso de que los rusos apoyen la reforma constitucional propuesta por Putin, este podría presentarse a la reelección en 2024 y también en 2030, algo que prohíbe la actual Constitución.

Los analistas no creen que el aplazamiento pueda perjudicar las opciones de Putin con vistas al plebiscito, aunque todo dependerá de la gestión del coronavirus, especialmente en comparación con los países occidentales.

Una semana de vacaciones

Putin anunció un paquete de medidas sociales y económicas destinadas a reducir el impacto de la pandemia en la población, la primera de las cuales fue declarar "no laborable con garantía de salario" la semana entre el 28 de marzo y el 5 de abril, con el fin de "minimizar la velocidad de propagación".

"No piensen, por favor, como es habitual en nuestro país: '¡Ah! Esto no me afecta'. Esto puede afectar a cualquiera. Y entonces, lo que pasa ahora en muchos países occidentales -en Europa y más allá del océano-, puede ser nuestro futuro más inmediato", advirtió. Putin agregó: "Créanme, ahora lo más seguro es quedarse en casa".

De hecho, a la vista de las alarmantes informaciones que llegan desde algunas zonas de este vasto país, el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, amenazó hoy con severos castigos a los gobernadores que no tomen medidas estrictas para contener la pandemia en sus territorios.

Y el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, suspendió hoy todos los actos públicos, consideró obligatoria la cuarentena para 2 millones de ancianos y enfermos crónicos y cerró cines, bibliotecas y lugares de ocio en la ciudad, epicentro de la pandemia en el país.

Ayuda a ancianos y parados

En un intento de mantener a salvo el estado de bienestar, durante su alocución Putin anunció que todos los subsidios y prestaciones sociales se prolongarán "automáticamente" durante medio año.

Además, se adelantarán a abril los pagos de 75.000 y 50.000 rublos (entre 900 euros y unos 600 euros), respectivamente, con motivo del 75 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi (el 9 de mayo) a los veteranos y aquellos que trabajaron en la retaguardia.

Para las familias con niños de hasta tres años con derecho a pagos por maternidad, el Estado desembolsará a partir de abril y durante los próximos tres meses 5.000 rublos adicionales (unos 60 euros) al mes por cada hijo.

Y es que el presidente del Tribunal de Cuentas, Alexéi Kudrin, pronosticó que la economía nacional tendrá un crecimiento nulo este año y, en el peor de los casos, el PIB se contraerá.

Por ello, abogó por adoptar medidas anticrisis como las que él aprobó cuando era ministro de Finanzas para contrarrestar el impacto de la crisis en 2008-2009.

En el caso de los parados, Putin ordenó elevar el monto máximo fijado para las prestaciones por desempleo en el nivel del salario mínimo, es decir en 12.130 rublos al mes (154 dólares) frente a los 8.000 rublos actuales (101 dólares).

En lo que se refiere a las empresas, especialmente aquellas que operan en el sector de los servicios, el mandatario decidió, entre otras medidas,un aplazamiento de seis meses en el pago de "todos los impuestos", salvo el IVA para las pymes y microempresas.