Los resultados preliminares de las elecciones legislativas de este pasado viernes en Irán conceden una ventaja provisional a los partidos conservadores frente a la corriente reformista que abandera el presidente del país, Hasán Rohani, a la espera de la publicación este domingo del recuento oficial y definitivo.

Esta ventaja está siendo especialmente destacada en la capital, Teherán, donde están en juego 30 de los 290 escaños del Majlis, el Parlamento iraní.

En este sentido, el líder de la coalición conservadora, exalcalde de Teherán y jefe de la Policía, Mohamad Bagher Ghalibaf, podría acabar este fin de semana como presidente electo de la cámara, de confirmarse estos resultados.

Los iraníes deciden así la nueva estructura de una cámara donde la coalición reformista Segundo Paso o Lista de la Esperanza ha ostentado durante los últimos cuatro años una cómoda mayoría (120 escaños) frente a la tradicional Coalición de Principalistas (86 escaños) y los independientes (66 escaños).

Los reformistas son conscientes de que las tensiones actuales con Estados Unidos han supuesto un revés a su política aperturista y solo esperan salvar la cara en estas elecciones. Cualquier resultado por encima de los 50 escaños sería considerado como un éxito, según los expertos y fuentes próximas a la corriente.