Los dos grandes partidos irlandeses, el gobernante Fine Gael (FG), y el Fianna Fáil (FF), líder de la oposición, reiteraron este domingo que no formarán gobierno con el izquierdista Sinn Féin (SF), a pesar de que los tres registran un empate técnico tras las elecciones generales de este sábado.

Sus respectivos secretarios generales, el democristiano Tom Curran y el centrista Sean Dorgan, aseguraron a la cadena pública RTE que no contemplan un Ejecutivo de coalición con la formación liderada por Mary Lou McDonald, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA).

El lento recuento de votos de los comicios, que comenzó este domingo, determinará el reparto final de escaños en la Cámara Baja de Dublín, de 160 diputados, después de que una encuesta a pie de urna concediese a FG, SF y FF un apoyo del 22,4, 22,3 y 22,2%, respectivamente.

El complejo sistema electoral irlandés, de representación proporcional con transferencia de voto, penalizará seguramente al Sinn Féin, que presentó menos candidatos que sus rivales y resulta menos atractivo, por su relación con el pasado conflicto, para que parte del electorado le transfiera sufragios.

Hacia las 16.00 horas GMT de este domingo no se había adjudicado aún el primer escaño, pero un recuento provisional de las 39 circunscripciones sugiere que FF podría lograr en torno a 41 asientos, por 39 del FG y 36 del SF, lejos de la mayoría absoluta.

A pesar del rechazo de democristianos y centristas hacia el Sinn Féin, McDonald se ha puesto en contacto con sus líderes, el primer ministro Leo Varadkar y Micheál Martin, respectivamente, para explorar opciones de gobierno para el futuro.

No obstante, McDonald, quien sustituyó al frente del partido al histórico dirigente Gerry Adams, ha señalado que preferiría formar un Ejecutivo, si resulta ganadora, en el que no estén FG ni FF, las dos formaciones que se han repartido el poder desde la creación de este país hace casi un siglo.

"Se ha producido un realineamiento de la política en toda la isla. Esto es un gran paso hacia el cambio", destacó hoy Adams, cuyo relevo en el liderazgo del partido ha permitido la entrada de una nueva generación de dirigentes sin vínculos con el IRA, como la dublinesa McDonald.

Adams también destacó que la ciudadanía ha mostrado su descontento con los partidos tradicionales, en especial con el FG, al que acusó de crear un desarrollo económico desigual, en el que la "gente corriente" sufre la crisis de la vivienda y el deterioro de los servicios públicos.

"No se trata de quién obtiene más votos, sino qué se hace con los que tienes. Cómo seremos capaces de usar nuestras fortalezas para el beneficio de todos el mundo", agregó Adams.