El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el de Ucrania, Vladímir Zelenski, mantuvieron este lunes su primer cara a cara sobre el conflicto en la región ucraniana del Donbás que se cerró con un calendario concreto para avanzar en el cumplimiento de los Acuerdos de Paz de Minsk.

Su cita tuvo lugar en el Palacio del Elíseo auspiciada por el dirigente francés, Emmanuel Macron, y por la canciller alemana, Angela Merkel.

Para las autoridades francesas, la celebración en sí de la cumbre entre los cuatro socios del conocido como 'Formato de Normandía' era ya un éxito más allá de que se materializara en avances.

Alto el fuego y canje de prisioneros

Los dos puntos más concretos fueron el compromiso de trabajar para que un alto el fuego "total" sea efectivo para final de año y para que en esa misma fecha se haya dado un intercambio completo de los respectivos prisioneros.

Asimismo, instaron a poner en marcha en los próximos cuatro meses las condiciones de seguridad y políticas para que pueda haber elecciones locales en el Donbás y se citaron de nuevo para entonces con el objetivo de revisar la aplicación de ese plan.

No se pusieron de acuerdo sobre el control de la frontera ruso-ucraniana, que Kiev quiere para antes de esos comicios y Moscú después, según lo establecido en Minsk, pero sí a la hora de esperar, para marzo de 2020, una retirada de fuerzas armadas y equipamiento militar en tres zonas de repliegue adicionales.

Su encuentro en París también sirvió para apoyar que el Grupo de Contacto Trilateral -integrado por representantes de Rusia, Ucrania y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE)-, defina en los próximos 30 días nuevos puntos de paso en el frente bajo criterios humanitarios.

"Rusia va a hacer todo lo que depende de ella para que el conflicto como tal cese", indicó Putin, mientras que Macron se mostró satisfecho de unas discusiones "productivas" y Zelenski convencido de que si todas las partes lo desean "habrá buenos resultados".

La primera en llegar al Elíseo, hacia las 14.50 (13.50 GMT), había sido Merkel, seguida por Zelenski y Putin, cerca de una hora después de que dos activistas de la organización de protesta Femen quisieran boicotear la cita al acercarse a la entrada con el pecho descubierto y al grito de "Stop Putin's war" (Parad la guerra de Putin).

Reuniones bilaterales de Macron y Merkel con Putin y Zelenski y también entre el dirigente ruso y el ucraniano, que apenas estuvieron 15 minutos a solas, se sumaron a la discusión a cuatro, una cena de trabajo y la conferencia de prensa final, pasadas las 23.30 (22.30 GMT).

La última cumbre de alto nivel de este tipo se remontaba a octubre de 2016 en Berlín y desde entonces los desencuentros entre Moscú y Kiev y las treguas incumplidas entre el Ejército ucraniano y las milicias separatistas prorrusas habían paralizado la negociación.

El 'Formato de Normandía' remite a esa región francesa donde, durante la conmemoración del 60 aniversario del desembarco aliado, los mandatarios de esos cuatro países se reunieron por primera vez en junio de 2014, cuando la sublevación armada de separatistas prorrusos se convirtió en guerra abierta en el Donbás.

La llegada de Zelenski a la presidencia el pasado mayo insufló nuevos aires a un proceso que con esta cumbre buscaba restablecer un clima de confianza y avanzar en la aplicación de los Acuerdos de paz de Minsk, firmados en septiembre de 2014 y febrero de 2015 en la capital bielorrusa.

Esa mejor sintonía con Putin, a diferencia de la que había con su antecesor, Petró Poroshenko, permitió en septiembre el primer canje de presos desde el estallido de la guerra y la devolución en noviembre de tres buques de la Armada ucraniana arrestados por Rusia.

Cinco años de guerra

El conflicto, según París, puede parecer lejano pero es fuente de volatilidad en Europa y sus cifras son abrumadoras: desde 2014 ha habido más de 13.000 muertos, todavía provoca ahora de cinco a 15 fallecidos al mes y la línea del frente se extiende sobre 500 kilómetros.

Zelenski acudía bajo presión: unas 8.000 personas le reclamaron este domingo en una protesta que no capitulara ante Putin. Entre las prioridades del antiguo actor, acabar con esa guerra en el este de su país, devolver a casa a los presos y recuperar el control sobre las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk.

La reunión era también una prueba para Macron, del que se ha visto con recelo en algunas partes del continente su acercamiento diplomático a Putin, que este lunes le agradeció a él y a Merkel la implicación en temas "que no son de su responsabilidad directa".