Al menos cinco personas murieron y otras 35 resultaron heridas en un atentado talibán con una furgoneta cargada de explosivos este jueves en Kabul que, según los insurgentes, iba dirigido contra un convoy de "invasores extranjeros" que se dirigía a un cuartel general del principal servicio de inteligencia afgano.

Este ataque se produjo en medio del proceso negociador entre EEUU y los talibanes.

"Hasta ahora han sido evacuados a hospitales cinco muertos y 35 heridos", manifestó a Efe un miembro del Centro de Coordinación de Víctimas del Ministerio de Salud Pública, que pidió el anonimato.

Según la fuente, el número de víctimas podría aumentar "en las próximas horas ya que las labores de evacuación continúan".

El atentado fue perpetrado hacia las 10.10 hora local (05.40 GMT) con una furgoneta cargada de explosivos en el área de Shashdarak, en el este de Kabul, informó en varios comunicados el portavoz del Ministerio de Interior afgano, Nasrat Rahimi.

En esta zona de alta seguridad se encuentran varias oficinas gubernamentales, entre ellas un cuartel general de la principal agencia de inteligencia afgana, el Directorio Nacional de Seguridad (NDS), aunque Rahimi evitó confirmar que éste fuera el objetivo.

El portavoz de la Policía de Kabul, Firdaws Faramarz, aseguró a Efe que la explosión causó un número indeterminado de víctimas y "daños a varios coches en la carretera", sin aportar más detalles.

Los talibanes reivindicaron la autoría del ataque "contra un puesto de control del Directorio Nacional de Seguridad".

El objetivo del ataque era concretamente "un convoy de invasores extranjeros que se dirigían al Directorio" y en la explosión murieron 12 extranjeros y ocho soldados afganos, aseguró en su cuenta de Twitter el portavoz talibán Zabihullah Mujahid.

El pasado lunes por la noche la deflagración de un tractor cargado de explosivos cerca de un complejo residencial en el que suelen alojarse contratistas extranjeros causó al menos 21 muertos y 119 heridos.

Los talibanes reclamaron también la autoría de ese ataque contra lo que llamaron un "nido de invasores extranjeros".

Ese atentado en la capital afgana tuvo lugar el mismo día que el representante especial estadounidense para la Paz, Zalmay Khalilzad, presentó ante el Gobierno de Kabul el borrador de un acuerdo con los talibanes tras varios meses de negociaciones en Catar.

El Gobierno afgano expresó este miércoles su preocupación por las "consecuencias desagradables" que podría desatar ese acuerdo, después de examinar un borrador del pacto entre ambas partes que prevé la retirada de 5.000 soldados estadounidenses.