Las autoridades de Birmania elevaron este lunes a 53 el número de víctimas mortales por un corrimiento de tierra que afectó hace tres días una población del sureste del país, mientras los equipos buscan posibles supervivientes.

Las tareas de rastreo entre los escombros se vieron dificultadas durante la jornada del domingo por el temporal de lluvia que azota la región y que, según el relato oficial, fue una de las razones que provocó el alud que enterró unos 25 edificios en la localidad de Paung, en el suroriental estado Mon.

El deslave sorprendió en la mañana del viernes a los lugareños que se encontraban en la base de la montaña Mottama.

Los equipos de rescate y efectivos militares prosiguen con el operativo de rastreo apoyados por excavadoras y maquinaria pesada, mientras ya han accedido a otros poblados que se quedaron aislados, y donde repartieron comida, agua y otros productos de emergencia.

Según el relato a Efe de algunos supervivientes, pudieron quedar enterradas alrededor de un centenar de personas, aunque las autoridades no han aportado una la cifra oficial de desaparecidos.

El desprendimiento de tierra se produjo debido a la intensa lluvia que cae desde hace días en la región y que han obligado a lo largo del país a cerca de 38.000 personas a abandonar temporalmente sus hogares, conforme a cifras de Naciones Unidas.