El embajador permanente de Irán en la ONU, Majid Takht-Ravanchi, aseguró hoy que Teherán no puede entablar un diálogo directo con Washington mientras su país está siendo amenazado, entre tensiones por el derribo de un dron de EE.UU. e incidentes con petroleros en el estrecho de Ormuz.

"Nadie puede aceptar un diálogo con alguien que te está amenazando con más sanciones", dijo Ravanchi en paralelo a la reunión que el Consejo de Seguridad lleva a cabo para abordar la situación de Irán. "Mientras dicha amenaza exista", Estados Unidos e Irán no empezarán un diálogo, ahondó.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, impuso este lunes "duras" sanciones al líder supremo de Irán, Ali Jameneí, mientras insistió en su oferta de negociar con él.

No obstante, Ravanchi subrayó que había transmitido al secretario general de la ONU, António Guterres, de que debería ser Naciones Unidas quien tome el liderazgo para encontrar una salida a la crisis, juntando a los países de la región bajo el paraguas de la organización multinacional.

En una comparecencia ante los medios acreditados en Naciones Unidas, el embajador también condenó que su país no hubiera sido invitado a la reunión a puerta cerrada del máximo órgano de la ONU, a pesar de haber solicitado participar.

El diplomático insistió en el derecho de su Gobierno a tomar parte en dicha reunión, que fue celebrada a petición de Washington, y denunció que el Consejo de Seguridad "está siendo informado unilateralmente por una de las partes".

En este sentido, acusó a Estados Unidos de estar empleando su membresía permanente en el máximo órgano de la ONU en favor "de avanzar en su política antiiraní".

Durante su comparecencia, el representante iraní mostró a los periodistas tres imágenes de la supuesta localización del dron estadounidense cuando fue abatido e insistió en que sobrevolaba aguas iraníes.

Washington asegura que su dron no violó el espacio aéreo iraní y que fue derribado cuando atravesaba aguas internacionales.

Ravanchi declaró, en consonancia con la versión ofrecida por las autoridades iraníes, que el 20 de junio otro avión espía de EE.UU. con 35 personas violó el espacio aéreo de Irán y que otro dron de la misma nacionalidad hizo lo propio el pasado 26 de mayo.

Tras insistir en que Teherán tiene derecho a defender su soberanía y a estar preparado para ello, subrayó: "No queremos ni guerra ni una escalada de tensión en la región del golfo Pérsico".

Además, acusó a "ciertos círculos" de la región y de fuera de esta de buscar una escalada de tensión para justificar una mayor presencia militar y favorecer la venta de armas estadounidenses a Estados de la zona.

El ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, ya dijo hoy después de la imposición de las nuevas sanciones por parte de Washington, que los cercanos al presidente estadounidense, Donald Trump, "están sedientos por una guerra".

En cuanto al ataque contra dos petroleros en aguas del Golfo Pérsico el pasado 13 de junio, de cuya autoría EEUU responsabiliza a Irán, Ravanchi insistió en que se trata de alegaciones "absurdas".