La presión aumentó sobre Arabia Saudí con la presentación este miércoles en el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de las conclusiones de una investigación preliminar sobre el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, que revela la responsabilidad de los más altos estamentos de la jerarquía saudí en este crimen.

Coincidiendo con esta exposición, cuarenta organizaciones especializadas en la defensa de los derechos humanos dirigieron de forma conjunta una carta a 48 gobiernos pidiéndoles que apoyen un mecanismo que haga un seguimiento y reporte sobre la situación en Arabia Saudí.

Tanto oenegés como delegaciones de gobiernos, en particular de países europeos, pidieron a las autoridades saudíes liberar a los activistas que ha puesto en prisión, sea por defender libertades políticas, civiles o derechos de las mujeres.

"Una docena de mujeres saudíes defensoras de los derechos humanos fueron arrestadas en mayo de 2018 después de levantarse la prohibición que tenían para conducir y algunas de ellas fueron torturadas y amenazadas de violación", sostiene la carta firmada por destacadas ONG proderechos humanos internacionales y del mundo árabe.

Por su parte, la autora del informe sobre el caso Khashoggi y relatora de la ONU sobre los asesinatos selectivos y ejecuciones extrajudiciales, Agnès Callamard, dijo que ninguna de las teorías sobre las circunstancias de la muerte del periodista apuntan a una responsabilidad distinta a la del Estado saudí.

Reiteró que hay fuertes evidencias -que deben ser objeto de mayor investigación- sobre la responsabilidad de altos cargos de Arabia Saudí, incluida la del príncipe heredero, y que la investigación llevada a cabo en este país ha obviado tomar en cuenta la cadena de mando.

"No sólo es una cuestión de quién ordenó el asesinato; la responsabilidad penal puede derivarse de incitaciones directas o indirectas o del fallo en evitarlo", explicó.

Callamard dijo que un crimen como ese no debe repetirse y que para evitarlo se debe liberar a todos aquellos que están detenidos por sus opiniones o creencias, así como dar a conocer el paradero de los desaparecidos.

De manera general y ante la ola de violencia que se abate sobre activistas y periodistas, la relatora sostuvo que la ONU debería reforzar su rol frente a este problema cuando aparece un patrón repetitivo o de impunidad.

"Esto serviría para no volvernos a encontrar en la posición de parálisis como la que se vivió en el caso Khashoggi", dijo.

La novia de Khashoggi, Hatice Cengiz, dijo hoy en Ginebra que los países deberían sancionar a Arabia Saudí por negarse a llevar a cabo una investigación creíble sobre la muerte de su prometido.