En los últimos días la tensión entre Estados Unidos e Irán ha ido 'in crescendo' tras el ataque a dos cargueros en el Golfo de Omán el pasado 13 de junio. Las autoridades estadounidenses aseguran que la república islámica se esconde detrás de esos ataques, llegando incluso a mostrar incluso fragmentos de una mina que habrían sido retirados de uno de los buques.

Irán, por su parte, ha negado cualquier responsabilidad en los ataques, perpetrados junto al estrecho de Ormuz. También se ha desmarcado de otro boicot naval ocurrido el 12 de mayo cerca de Emiratos Árabes Unidos.

El ataque contra los dos petroleros la semana pasada no sólo acrecentó las tensiones entre Estados Unidos e Irán, sino que también disparó el precio del barril de crudo casi un 5%. Un día después del ataque escalaba hasta los 62,64 dólares, lejos de los 59,74 dólares con los que cerraba el día anterior.

¿Por qué ha sido tan importante este ataque?

El ataque se produjo en el Golfo de Omán, junto al estrecho de Ormuz, una de las rutas marítimas más importantes del mundo.

La importancia estratégica de este paso se debe a que el estrecho de Ormuz comunica los países del golfo Pérsico (Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Arabia Saudita, Omán, Kuwait y Catar), ricos en petróleo, con el océano Índico.

En su punto más estrecho este paso separa Omán e Irán por sólo 60 kilómetros. Sin embargo, es lo suficientemente profundo como para que grandes petroleros pasen por ahí.

Casi el 20% del petróleo del mundo, y aproximadamente el 35% comercializado por mar, pasa por el estrecho de Omán, lo que le convierte en un punto estratégico muy importante para el comercio internacional.