El kazajo Kasim-Yomart Tokáyev ganó las elecciones presidenciales del domingo con el 70,76 % de los votos, según los resultados oficiales publicados hoy por la Comisión Electoral Central del país centroasiático.

Tokáyev, en el poder en Kazajistán desde la renuncia en marzo del padre de la nación, Nursultán Nazarbáyev, recibió el apoyo de 6,5 millones de votantes, más de la mitad del electorado.

Los resultados oficiales preliminares coinciden con los sondeos a pie de urna divulgados a medianoche por dos institutos demoscópicos locales.

Con todo, dicho resultado está muy lejos del 98 % logrado en 2015 por Nazarbáyev, que dirigió el mayor país de Asia Central desde 1989.

Diplomático de carrera, Tokáyev, que cumplió en mayo 66 años, era el candidato preferido por las grandes potencias y por los inversores, que respaldan una transición ordenada y sin cataclismos.

En segundo lugar quedó el periodista y opositor, Amirzhan Kosánov, con el 16,2 % de los sufragios (1,4 millones), un resultado mucho mejor de lo pronosticado por las encuestas.

Kosánov, el primer opositor en presentarse a unas presidenciales desde 2005, aglutinó el voto de protesta, pese a que muchas formaciones opositoras llamaron a boicotear los comicios.

El tercer candidato en discordia con un 5,2 % fue Daniyá Yespáyeva, la primera mujer en la historia de este país en postular a la Presidencia.

Yespáyeva aseguró que el solo hecho de que una mujer pueda concurrir a unas elecciones es un gran cambio para la ultraconservadora sociedad centroasiática.

La jornada del domingo estuvo marcada por la detención de casi medio millar de personas, según el ministerio del Interior, en las protestas que tuvieron lugar en la capital, Nur-Sultán, y en la segunda ciudad del país bañado por el mar Caspio, Alma Atá.

Los manifestantes pedían el boicot de las presidenciales, ya que consideran que las elecciones se celebraron sin alternativa real y la victoria del sucesor de Nazarbáyev estaba cantada de antemano.

Según la comisión electoral, un 77,4 % de los casi 12 millones de kazajos que fueron llamados a las urnas ejercieron su derecho al sufragio.

Las autoridades reconocieron algunas infracciones durante la votación, pero consideraron que no influyeron en el resultado final.