La incertidumbre y una calma tensa han tomado el relevo en Venezuela a la movilización de Juan Guaidó y Leopoldo López que, junto a una treintena de militares, llamaron el pasado martes a tomar parte en la denominada 'Operación Libertad' con el objetivo de derribar el régimen chavista. Dos analistas subrayan que el episodio de esta semana es uno más en el "meditado" guión de la oposición a Nicolás Maduro, aunque coinciden en señalar que careció del respaldo decisivo, el de la cúpula militar ligada por, aseguran, intereses lucrativos y prebendas personales al gobierno bolivariano. En cualquier caso, el tándem Guaidó-López, ambos miembros del partido Voluntad Popular, aparece como una pareja que, hasta el momento, se muestra bien conjuntada. Mientras el primero, autoproclamado "presidente encargado" de Venezuela, ejerce un liderazgo con vocación diplomática y de transversalidad, López encarna un espíritu más vinculado a la activación de la calle. La orden de detención dictada por la justicia venezolana contra este último puede inflamar aún más la situación en un país donde la quiebra económica y social, subrayan los expertos, es irreversible.
"La personalidad de Guaidó es mucho más unificadora que la de Leopoldo López. La oposición venezolana es complicada de manejar porque hay muchas batallas de protagonismo"
Carmen Beatriz Fernández, consultora política venezolana y profesora invitada en la UNAV
"Juan Guaidó es un líder sereno, sensato. Una persona discreta". Así le define Carmen Beatriz Fernández, consultora venezolana en comunicación política y profesora del propio Guaidó en el Instituto de Estudios Superiores de Administración en Caracas. Esta docente, afincada ahora en España como profesora invitada en la Universidad de Navarra, le recuerda como un estudiante muy inteligente que nunca hacía exhibición pública de sus cualidades.
Por su parte, Leopoldo López, el preso más conocido del chavismo y liberado de su arresto domiciliario esta semana, muestra un perfil de mayor exaltación, dice Fernández, más volcado en un perfil de activista. "La personalidad de Guaidó es mucho más unificadora. Y la oposición venezolana es muy complicada de manejar porque hay muchas batallas de protagonismo y de egos", incide esta profesora, miembro también la consultora Datastrategia.
Maduro se ha hecho rodear este jueves de los altos mandos de su cúpula militar. REUTERS
Ambos políticos son miembros de Voluntad Popular, el partido de orientación liberal-progresista que fundó el propio Leopoldo López en 2009. Pero, como recuerda Carmen Beatriz Fernández, Guaidó no pertenecía, al contrario que López, a la primera línea de la formación. "Juan [Guaidó] es un producto de las circunstancias. Su actuación ha sorprendido a propios y extraños. Hoy en día goza de un afecto popular mucho mayor que Leopoldo", indica.
López y Guaidó, en una imagen de hace unos años, antes del arresto del primero. Ambos son miembros de Voluntad Popular.
Ahora está por ver si la conjunción de estilos que representan ambos líderes es capaz de soltar el nudo que, de forma mayoritaria, aún ata al ejército venezolano con el régimen de Maduro. Los militares que han respaldado las maniobras de los dos políticos son mandos intermedios. "Los generales y la cúpula militar más corrupta no ha dado el paso, pero esto es una cadena de episodios. La próxima ocasión puede tener más fuerza", resalta José Luis Villegas, investigador de la Cátedra América Latina de la Universidad Pontificia Comillas. Para este experto, también de origen venezolano, existen grandes dudas entre militares desafectos al chavismo, que no se atreven a respaldar cualquier pronunciamiento hasta conocer más detalles sobre lo que implica ese movimiento. Villegas, que califica la situación de "insostenible" y se muestra contrario a lo que supone el chavismo, recuerda que estas incógnitas nacen de la situación creada tras el intento de golpe de Estado de 2002, una maniobra respaldada por Estados Unidos, y en la que gran parte de los mandos militares rechazaron entregar el poder a una oligarquía "rancia y negativa".¡
"El dilema que se puede abrir a partir de ahora es si se puede empezar una transición que incluya a algunos chavistas. Maduro trata de ganar tiempo"
José Luis Villegas, investigador de la Cátedra América Latina de la Universidad Pontificia Comillas
"En Venezuela solemos decir que los golpes de Estado los dan los 'comacates'", dice la profesora Fernández, en alusión al acrónimo formado por la unión de comandantes, cadetes y tenientes. "Estados Unidos y Guaidó han querido estimular la actuación de los militares que han respaldado la acción del martes, pero la Historia dice que esos no suelen ser los cuadros que desarrollan las actuaciones efectivas", añade. Villegas no ve probable una intervención militar de Estados Unidos sobre el terreno, aunque advierte de que al conflicto entre venezolanos se suma otro que puede dilatar la solución, el reabierto entre Washington y Rusia.
A corto plazo, la fractura social entre venezolanos va a seguir ensanchándose, coinciden ambos analistas, aunque el respaldo a Guaidó continuará creciendo de forma irreversible. "El movimiento de Guaidó no se está desgastando. Todo lo contrario. Cuando Chávez gana las elecciones en 1998 lo hace con un porcentaje del 56%. Pero ha ido cayendo y desde hace unos años el apoyo al chavismo está entre un 15 el 18%. La gente que apoya a Maduro lo hace porque así está cerca de la nomenclatura del poder o porque recibe beneficios muy concretos. Estamos en un momento decisivo", subraya la profesora invitada de la Universidad de Navarra. "El dilema que se puede abrir a partir de ahora es si se puede empezar una transición que incluya a algunos chavistas. Lo que está claro es que Maduro trata de ganar tiempo".
