Mientras Francia sigue conmocionada por el incendio que ha devastado la catedral de Notre Dame, se siguen sucediendo noticias que algunos califican de milagrosas. Es el caso, por ejemplo, de la recuperación del gallo que coronaba la aguja de la catedral de Notre Dame, que se derrumbó a causa del fuego.

El gallo ha sido localizado entre los escombros, y aunque sufre algunos daños, su restauración será posible. Esa figura de plomo era una de las partes que tenía que ser restaurada en los trabajos de renovación en los que las autoridades sospechan que originó el incendio.

En el interior de la figura del gallo se encuentran los restos de las reliquias de Santa Genoveva y San Denís, así como una parte de la corona de espinas que los soldados romanos colocaron a Cristo en su calvario hacia la cruz.

Tampoco se vieron afectadas las doce esculturas de plomo que rodeaban la aguja, entre ellas, las representaciones de los doce apóstoles.

Esas figuras, instaladas durante la amplia renovación del siglo XIX, habían sido extraídas en las últimas semanas para ser restauradas, lo que les salvó de las llamas.