El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, se ha mofado de Estados Unidos por incluir en su lista de 700 entidades sancionadas del lunes un barco que se hundió en enero pasado y un banco cerrado desde hace seis años.

Zarif afirmó que este movimiento es "una operación psicológica desesperada para ampliar la lista de entidades iraníes sancionadas", según un tuit publicado en las últimas horas.

Según el jefe de la diplomacia iraní, este tipo de sanciones prueban que las políticas de Washington van dirigidas de modo "indiscriminado" contra la población iraní.

Con sus críticas, Zarif se refirió al Banco Tat, cerrado desde septiembre de 2012, y al petrolero Sanchi, que se hundió en enero de este año tras sufrir un accidente en el mar de China Oriental, causando la muerte a una treintena de marineros.

Previamente, el ministro de Exteriores había denunciado que la reimposición de sanciones por EEUU desafiaba al "máximo tribunal de la ONU y al Consejo de Seguridad".

"La intimidación de EEUU es contraproducente (...) el mundo no puede permitir que (el presidente Donald) Trump y compañía destruyan el orden global", subrayó.

El Gobierno de EEUU sancionó ayer a 700 individuos, empresas y entidades de Irán, principalmente de sus sectores energético y financiero, pero anunció que ocho países (China, India, Italia, Grecia, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Turquía) estarán exentos durante seis meses de esas restricciones a la compra de petróleo.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, explicó que esas exenciones buscan solo "garantizar un mercado petrolero bien abastecido" e insistió en que su Gobierno continuará con su "campaña de presión económica sin precedentes" para forzar a Irán a acabar con sus "actividades malignas" en Oriente Medio.

Antes de que Washington detallara sus medidas punitivas contra Irán, el presidente iraní, Hasan Rohaní, aseguró que su país sorteará "con orgullo" las sanciones y seguirá vendiendo su crudo.