La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, dijo hoy que mantiene su viaje al foro económico de Arabia Saudí, pese a mostrarse "horrorizada" ante la desaparición del periodista Jamal Khashoggi.

"En este momento, mi intención es no cambiar los planes y estar muy atenta a la información que vaya surgiendo en los siguientes día", afirmó Lagarde en rueda de prensa de cierre de la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial (BM) que tiene lugar en la isla indonesia de Bali.

La directora del Fondo afirmó estar "horrorizada" ante las últimas informaciones, pero remarcó que está "encargada de dirigir el negocio del FMI en todos las partes del mundo".

"Los que me conocen saben que cuando visito países siempre digo lo que pienso", agregó.

En las últimas horas varios patrocinadores e invitados han anunciado que cancelaban su participación en la conferencia Future Investment Initiative (Iniciativa de Inversión Futura), que se desarrollará entre el 23 y el 25 de octubre y que es considerada como el "Davos del desierto".

Entre ellos, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, quien ya ha informado a las autoridades saudíes de su ausencia, aunque sin dar un motivo, según informó una fuente conocedora de la decisión.

La cadena de televisión estadounidense CNBC tuiteó que no acudiría al foro en Riad "debido a las preguntas abiertas alrededor de la desaparición del periodista saudí Jamal Khashoggi".

Por su parte, el canal CNN dijo en un comunicado que "retiraba su participación", así como uno de los columnistas estrellas del diario The New York Times, Andrew Ross Sorkin, reveló en Twitter que no iba a viajar al reino para participar en la conferencia debido a la desaparición del reportero.

La agencia de noticias Bloomberg ha sido otro de los medios de comunicación que ha cancelado su asistencia.

También desde Bali, el secretario del Tesoro de EEUU, Steve Mnuchin, reiteró ante los periodistas este sábado que su intención sigue siendo la de ir al encuentro.

El pasado día 2 de octubre, Khashoggi entró al consulado saudí en Estambul para recoger unos documentos que necesitaba para poder casarse con su novia turca, que se quedó esperando fuera del edificio.

Desde entonces, no se tiene noticia de su paradero.

El Gobierno turco no se ha pronunciado oficialmente sobre las denuncias de amigos y compañeros que temen que el periodista fuera asesinado en el consulado.

Khashoggi, antiguamente cercano a la monarquía saudí, se distanció de ella el verano pasado, cuando el actual príncipe heredero, Mohamed bin Salman, ascendió a posiciones de poder.