Diana Atamaint, del pueblo shuar, uno de las catorce originarios que conforman Ecuador, se ha convertido en la primera indígena vicepresidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), considerada una de las principales instituciones del Estado.

"En este Consejo es la primera vez que una mujer amazónica shuar llega a tener tan alta responsabilidad. Aspiro a poder ver a una presidenta del CNE indígena, afroecuatoriana o montuvia (de la costa)", declaró en una entrevista en su nuevo despacho en la sede del Consejo en Quito.

Docente universitaria y primera legisladora shuar en el país, Atamaint siente una enorme "responsabilidad y orgullo de pertenecer a un pueblo y estar en un espacio en el que durante diez años se repetía que la patria es de todos, pero no se reflejaba esa construcción de Estado plurinacional".

Nacida hace 46 años en la localidad amazónica de Sucúa, en la provincia oriental de Morona Santiago, su nombramiento, al igual que el del presidente y tres vocales del CNE, se hizo efectivo este jueves.

Su cargo tiene, no obstante, un carácter transitorio de 60 días, hasta que se resuelva la constitución de un Consejo definitivo.

El pasado 17 de julio los cinco vocales del CNE fueron cesados de sus funciones por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio (Cpccs-t), principal órgano de control social, que consideró que se registraron irregularidades en los procedimientos del organismo electoral.

"El cuerpo colegiado que ahora estamos al frente de esta institución haremos todo lo que tengamos que hacer para devolverle la confianza a los ciudadanos sobre el rol que cumple este poder del Estado", afirmó.

Diputada del Congreso Nacional en 2007 por el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik y asambleísta en el período 2009-2013, la flamante vicepresidenta reconoce que los nuevos vocales disponen de poco tiempo, que aprovecharán para afianzar la labor del Consejo.

"Lo que nosotros estamos haciendo es sentar las bases para que esta función del Estado lleve un proceso técnicamente eficiente", apostilló.

Atamaint se siente apoyada en su labor por organizaciones indígenas de base que respaldaron su postulación, por colectivos nacionales y por las funciones que atribuyó una consulta popular en febrero pasado, impulsada por el jefe del Ejecutivo, Lenín Moreno.

Una de las preguntas del plebiscito, respaldada mayoritariamente por la ciudadanía, legitimaba al Consejo de Participación a evaluar a los funcionarios de las diferentes instituciones estatales.

"Partimos del principio de que, luego de la consulta popular realizada a los ecuatorianos, la ciudadanía manifiesta el cambio radical y la necesidad de la independencia de las diferentes instituciones o los diferentes niveles de poder", insistió.

Y revela que entre las metas fijadas por los nuevos apoderados del organismo electoral figura la revisión "urgente de la última resolución aprobada de forma ilegal e inconstitucional por los vocales del CNE cesado, sobre la convocatoria para participar como candidatos al consejo del Cpccs definitivo".

"Nosotros no podemos dar inicio a una convocatoria de altísima responsabilidad que nace de una ilegalidad", sostuvo, antes de avanzar que el pleno del nuevo Consejo Electoral analizará la cuestión y tomará una decisión respaldado "por el criterio de varios juristas".

En segundo lugar, aclara que su cometido será transparentar el manejo de los recursos que se han utilizado en los últimos siete años y que acudirán a la Contraloría General del Estado para que realice un examen especial y se depuren responsabilidades en el caso de encontrarse fallos.

Otro de los retos que afrontan es hacer avanzar un padrón actualizado de cara a la convocatoria de elecciones locales y municipales en 2019.

"Estas acciones que nosotros hemos delineado lo que buscan es sentar las bases para que el proceso electoral que está ya en puertas sea un proceso (..) socialmente participativo", concluyó.