Los líderes del G7 iniciaron hoy su segunda jornada de cumbre sin la primera ministra británica, Theresa May, y con el desafío de pactar un comunicado conjunto después de que este viernes quedase claro que no habrá compromiso sobre cambio climático a espera de la decisión de Estados Unidos.

Los dirigentes llegaron a la 08.30 hora local (06.30 GMT) al Hotel Doménico, que acoge la reunión en la ciudad siciliana de Taormina, y dónde fueron recibidos por el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, que ejerce de anfitrión de la cita.

Los primeros en llegar fueron los dirigentes africanos invitados a participar en esta jornada de cumbre para abordar el tema de la inmigración, un asunto de especial interés para Italia, que recibe cada día precisamente en las costas sicilianas a miles de inmigrantes rescatados en el Mediterráneo.

Han sido invitados el presidente keniano, Uhuru Kenyatta; el nigerino, Mahamadou Issoufou; el nigeriano, Muhammadu Buhari; el tunecino, Beji Caid Essebsi, y el primer ministro etíope, Hailemariam Desalegn.

La gran ausente de esta jornada será May, quien abandonó Italia a última hora de la tarde del viernes para acudir a Londres y seguir así las últimas investigaciones sobre el atentado de Manchester del 22 de mayo, confirmaron a Efe fuentes oficiales.

Entre los más madrugadores se contaron la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, el director del Banco Mundial, Jim Yong Kim, y el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.

La reunión entre las siete democracias más industrializadas del planeta -Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido- y los representantes africanos se producirá desde las 9.15 hasta las 11.15 horas locales (7.15 y 9.15 GMT).

Tras una pausa para el almuerzo y una foto de familia entre todos ellos, el G7 en solitario retomará sus sesiones de trabajo con un encuentro sobre movilidad humana, igualdad de género y seguridad alimentaria.

De la reunión debería salir el tradicional comunicado conjunto con los compromisos adquiridos por las siete potencias, un documento que este año será más breve que en otras ocasiones y cuyo contenido, contrariamente a lo habitual en este foro, todavía es incierto.

Italia anunció ayer que las negociaciones sobre cambio climático han quedado en suspenso hasta que Estados Unidos culmine la revisión de sus políticas internas en el materia y decida si se retira del Acuerdo del Clima de París (2015).

Estados Unidos podría también impedir que la declaración incluya la habitual condena al proteccionismo de este foro, algo que ya ocurrió en la cumbre de ministros de Finanzas del G20.

Parece, sin embargo, que habrá acuerdo para mantener las sanciones a Rusia por su papel en el conflicto en Ucrania, después de que Donald Trump despejase ayer las dudas iniciales sobre su posición y reiterase su firmeza frente a Moscú.