La Organización de Estados Americanos (OEA) adoptó hoy en una tensa sesión una resolución que afirma que en Venezuela hay una "grave alteración inconstitucional del orden democrático" y exige al Gobierno de Nicolás Maduro que restaure "la plena autoridad" de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.

El texto no se sometió a votación, sino que fue aprobado "por consenso" al haber 23 Estados presentes en la sala y abstenerse solo cuatro de ellos: República Dominicana, Bahamas, Belice y El Salvador.

El documento, el más duro adoptado en la OEA contra Maduro, lo presentaron Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, EE.UU., Jamaica, México, Panamá, Paraguay y Perú.

En el momento de la presentación y debate de la resolución no estuvieron Bolivia, Venezuela ni Nicaragua, que abandonaron la sesión tras denunciar que se trataba de una reunión "ilegal" y un "golpe de Estado institucional" al haberse celebrado pese a que Bolivia, titular de la presidencia del Consejo, la suspendió esta mañana.

Al no presidirla Bolivia, ni Haití (vicepresidente), lo hizo el embajador con más antigüedad en la OEA (después del de Bolivia), el de Honduras, Leónidas Rosa Bautista.

La resolución incorpora la posibilidad de, "en la medida que sea necesario" y en el marco de la Carta Democrática Interamericana, emprender "gestiones diplomáticas adicionales para fomentar la normalización de la institucionalidad democrática", "incluyendo la convocatoria de una reunión a nivel ministerial".

Fuentes diplomáticas explicaron que la posibilidad de que los cancilleres se reúnan en la OEA para abordar este tema es algo que se está negociando pero para lo que todavía no hay fecha.

El texto indica que, "a pesar de la reciente revisión de algunos elementos de dichas sentencias (del Supremo sobre la Asamblea Nacional), es esencial que el Gobierno de Venezuela asegure la plena restauración del orden democrático".

De esa manera, los firmantes instan a Venezuela a "actuar para garantizar la separación e independencia de los poderes constitucionales y restaurar la plena autoridad de la Asamblea Nacional", según la versión final del texto adoptada, que leyó en la sesión la embajadora de Perú, Ana Rosa Valdivieso.

En el documento, expresan "su profunda preocupación por la grave alteración inconstitucional del orden democrático en la República Bolivariana de Venezuela y su apoyo continuo al diálogo y a la negociación para dar lugar a una restauración pacífica del orden democrático".

Indican además que "las decisiones del Tribunal Supremo de Venezuela de suspender los poderes de la Asamblea Nacional y de arrogárselos a sí mismo son incompatibles con la práctica democrática y constituyen una violación del orden constitucional de la República Bolivariana de Venezuela".

Los países firmantes se comprometen asimismo a mantenerse dispuestos "a apoyar las medidas que permitan el retorno al orden democrático a través del ejercicio efectivo de la democracia y el Estado de derecho en el marco constitucional de Venezuela".

El embajador de este país, Samuel Moncada, advirtió antes de salir de la sala de que cualquier cosa que fuera aprobada en esta sesión no sería tomada en cuenta por su gobierno al considerar que la reunión era "ilegal".

Sin embargo, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, consideró que con la adopción de la resolución hoy "se dio un paso importantísimo para el restablecimiento de la democracia en Venezuela".

El representante interino de EEUU, Kevin Sullivan, indicó en declaraciones a periodistas tras la reunión que el encuentro de hoy muestra que "hay voluntad para tomar decisiones por el bien del pueblo venezolano", y remarcó que la resolución tiene el apoyo de "los países más grandes del hemisferio".

No obstante, admitió que "hay algunos países que han tenido una relación muy cercana con Venezuela y les cuesta un poco más ser parte plenamente de estas decisiones", pero, añadió, "el nivel de preocupación es muy alto".

La adopción de la resolución culminó una de las jornadas más tensas que se recuerdan en la OEA, que se inició a primera hora de la mañana cuando Bolivia dio el paso insólito de suspender unilateralmente una sesión convocada el viernes por la presidencia del Consejo, que entonces tenía Belice, a petición de 20 países.

Está por ver si la tensión se repetirá este miércoles, para cuando hay convocado en la OEA un Consejo ordinario para que el canciller de México, Luis Videgaray, presente el tema central de la 47 Asamblea General del organismo, que se celebrará en Ciudad de México entre el 19 y el 21 de junio.