Aída Cordeiro :: Prensa Ibérica para Cámara de Comercio de España

Aída Cordeiro (36 años)

Fundadora y CEO de ATTESOR
(A Coruña – Galicia)

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¿Qué es ‘Attesor’ y a qué se dedica la empresa?

Attesor es Rosetta al revés y alude a la piedra Rosetta, que fue la clave para descifrar los jeroglíficos egipcios y tener las primeras traducciones documentadas. Nuestro nombre simboliza nuestra apuesta por darle una vuelta al sector de la traducción y a los procedimientos tradicionales, innovando en todos nuestros procesos e incorporando las últimas herramientas tecnológicas para agilizar los procesos, mejorar la calidad y la homogeneización lingüística, etc.

Nuestro logo tiene un pájaro, que en la piedra Rosetta representa a la -A-, que es nuestra inicial. Además, los pájaros también representan la comunicación, que es justo lo que buscamos en Attesor, mejorar la comunicación entre empresas y personas.

Por lo que cuentas, Attesor es más que una agencia de traducción e interpretación, ¿cómo es vuestro modelo de negocio y qué os diferencia?

Nosotros lo planteamos como una agencia de comunicación internacional porque además de las traducciones, lo que ofrecemos es un servicio de adaptación de contenidos a otras culturas. Al final, todos vemos el mundo según el entorno que nos rodea. No puedes comunicar de la misma manera en España que en Emiratos Árabes y, por ello, nuestros servicios incluyen estrategias de comunicación según el país de destino. Por ejemplo, no puedes traducir una receta palabra por palabra si tiene ingredientes locales, como Pimentón de la Vera o Aceite de Oliva Virgen Extra, cuando estos no existen en otros países. Lo que hacemos es buscar recetas en esos países, con ingredientes de allí y adaptándose a sus gustos culinarios.

¿Tecnología y lingüística van de la mano?

Sí, el sector evoluciona y o te adaptas para ser competitivo o te quedas atrás. En Attesor tenemos las últimas herramientas tecnológicas que hay en el mercado para el mundo de la traducción. Aquí en Galicia fuimos los primeros en utilizar sistemas de traducción simultánea en remoto. También tenemos herramientas que te ayudan, por ejemplo, cuando hay que traducir software o páginas web con código incrustado y así se minimiza el margen de error.

Y, por supuesto, son claves también nuestros empleados en plantilla -ahora mismo dos gestores de proyectos y una chica que se encarga de las finanzas- y los traductores y copys, que son todos colaboradores externos. Nosotros tenemos todo el sistema preparado para poder teletrabajar y lo que hacemos son continuamente pruebas de selección y vamos aumentado nuestra red de colaboradores según la necesidad de cada proyecto en concreto. Al final los traductores se van especializando por áreas y tenemos expertos en medicina, mecánica, marketing…

Proyectos de temáticas diferentes y, también, de idiomas diferentes…

Coreano, japonés, chino… incluso malayo, bengalí o urdú. Traducimos a todos los idiomas.

¿Cómo surgió la idea de crear la empresa?

Por un lado, yo me sentía estancada trabajando por cuenta ajena. Quería seguir evolucionando, quería investigar todas estas herramientas, pero ni jefes ni mis compañeros querían romperse la cabeza con cosas nuevas. Por otro, por una situación personal yo tenía que trabajar una vez desde casa y necesitaba una flexibilidad que me permitiese conciliar. Me harté y dije ‘yo creo que lo puedo hacer mejor’ y empecé a pensar, a trabajar en mi propio proyecto, hasta que dejé mi empleo, me lancé y cree Attesor hace cinco años.

¿Cómo te ayudó la Cámara de Comercio a través de su programa PAEM?

Al principio me ayudó a centrarme porque cuando creas tu empresa surgen muchas dudas y preguntas. Yo sabía hacer muy bien mi trabajo pero no conocía los entresijos de una empresa, todos los trámites que hay que hacer, las ayudas, las subvenciones… Romyna Fraga, que trabaja en la Cámara de Comercio de A Coruña hace una labor maravillosa y fue ella quien me informó sobre todas estas cuestiones y me acompañó paso a paso en la creación y consolidación de mi empresa.

Además, desde entonces he mantenido una relación muy estrecha con ellos, me han dado visibilidad, me han dado la oportunidad de hacer networking y participar en eventos. Estos encuentros, en los que conoces a otras empresarias y sus proyectos, son super enriquecedores y aprendes mucho.

¿Qué cualidades debe tener una mujer emprendedora?

La inquietud, no acomodarse en la estabilidad y la seguridad. Ambición, pero no ambición económica, sino ambición profesional de querer mejorar y superarse.

¿Qué consejos les darías a una mujer que quiera emprender su propio negocio?

Les diría que se lo pensasen mucho, que investigasen mucho y no tuviesen prisa. No hay que idealizar el emprendimiento, es muy duro y hay que trabajar mucho. Pero si lo tienen claro, les animo a que sigan adelante, que apuesten por ello y busquen ayuda. Para mí es una gran satisfacción, hago lo que quiero, como quiero y, por el momento, lo estamos haciendo bien.

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