El calor y el cerebro
Hablamos con el Dr. Rafael Arroyo, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo
El calor y la salud cardiovascular
Dra. Asunción María Gonzálvez Gasch
jefa de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Torrevieja
La exposición del cuerpo humano a altas temperaturas tiene numerosos efectos negativos, la mayoría de ellos leves, pero, en ocasiones, los efectos pueden ser devastadores.
En términos generales, la causa de los efectos del calor en nuestro cuerpo tienen relación con la dilatación de los vasos sanguíneos y la deshidratación. Como consecuencia, se reduce la presión arterial y, por consiguiente, el volumen de sangre que llega a los órganos.
Así, las personas pueden presentar desde ligeros mareos o cansancio hasta pérdida de conciencia o síncope. La forma de presentación más grave es el cuadro conocido como golpe de calor. Es una entidad caracterizada por una inadecuada regulación de la temperatura corporal ante exposiciones a un calor extremo. El organismo es incapaz de mantener su temperatura normal y los pacientes pueden llegar a presentar fiebre que supera los 40°C de forma rápida. Supone una urgencia médica de pronóstico fatal si no se actúa rápida y adecuadamente. Lo ideal es acudir al servicio de urgencia más cercano, pero mientras la ayuda sanitaria llega, debe colocarse al paciente en una zona con sombra, lo más fresca posible, situarle en posición acostada sobre el suelo y preferentemente de lado para que no degluta en caso de que vomite. No conviene darle de beber si el nivel de conciencia ha disminuido dado que hay riesgo de que el paciente aspire el agua al sistema respiratorio y presente tos y dificultad respiratoria.
No todas las personas tienen el mismo riesgo de sufrir los efectos nocivos del calor. Los grupos de riesgo más destacados son pacientes con múltiples enfermedades y que toman diferentes medicaciones, personas de edad avanzada, mujeres embarazadas, niños, obesos y personas con actividad física o laboral que conlleve exposición a temperaturas elevadas.
Para evitar los efectos negativos de temperaturas extremas se recomienda protegerse del calor con ropa cómoda y fresca, evitar las horas de máxima temperatura, usar aire acondicionado, no ingerir cantidades excesivas de alcohol, hidratarse constantemente y cuidar la alimentación.
