Entrevista al Dr. Federico Gutiérrez-Larraya :: Prensa Ibérica

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Hablamos con el Dr. Federico Gutiérrez-Larraya

Dr. Federico Gutiérrez-Larraya

Cardiopatías congénitas

Jefe de la Unidad de Cardiología Pediátrica del Hospital Ruber Internacional

Las cardiopatías congénitas son un grupo de enfermedades caracterizadas por la presencia de alteraciones estructurales del corazón producidas, en su mayoría, por defectos en la formación de este órgano en el periodo embrionario. Por tanto, son enfermedades del corazón que padecen uno de cada 100 recién nacidos, con más incidencia entre prematuros, gemelos, hijos de madres con enfermedades o hijos resultantes de embarazos por técnicas de reproducción asistida.

Son muy comunes y complejas, existiendo un número casi incontable de cardiopatías congénitas diferentes. No todas son graves y pueden darse por comunicaciones anormales entre cavidades y arterias, estrechamiento de válvulas o vasos, anomalías eléctricas y arritmias, enfermedades del músculo, etc.

Síntomas

La sintomatología de las cardiopatías congénitas es variable y puede darse dificultad para ganar peso, dificultad para comer, respiración rápida, color anormal, palpitaciones, mareos… Pero en algunos casos pueden ser asintomáticas y pasar desapercibidas.

¿Son hereditarias? Causas

No son siempre hereditarias, aunque muchas tienen una base de alteración genética con varios posibles orígenes, como mutaciones espontáneas, enfermedades maternas como la diabetes o las enfermedades autoinmunes, una propia cardiopatía en la madre… También hay cardiopatías no congénitas como es el caso de lesiones reumáticas e inflamatorias, afectación cardiaca adquirida relacionada con la Covid-19, y el importantísimo grupo de niños con cáncer que han precisado tratamiento, ya que los fármacos lesionan el corazón.

Diagnóstico

Las anomalías más graves de la estructura ya son sospechadas por los obstetras en las ecografías prenatales y remitidas al cardiólogo pediátrico, pero hay que tener en cuanta las limitaciones del diagnóstico prenatal, tanto por el techo tecnológico como por el hecho de que el corazón y la circulación fetal son distintas a lo que después va a acontecer.

Es esencial la vista al cardiólogo pediátrico para detectar el problema lo antes posible pues un tratamiento correcto, aún años antes de que se produzcan síntomas puede traducirse en un pronóstico de vida normal.

Como pruebas de “entrada”, hay dos pruebas esenciales, el electrocardiograma que pone en evidencia los problemas eléctricos y el ecocardiograma que diagnostica las anomalías en la estructura y el funcionamiento. Pero es habitual realizar registros eléctricos de larga duración, escáneres, resonancia magnética e incluso el cateterismo cardiaco, aunque este último actualmente tiene un papel más terapéutico.

Control y tratamiento

Hay muchos tipos de cardiopatías y cada una tiene su propio “libro”. Hay personas que tiene su problema resuelto definitivamente con actuaciones puntuales, utilizando fármacos, y otras que precisan un planteamiento invasivo, bien por cateterismo cardiaco o bien por cirugía cardiaca (amarcapasos, desfibriladores, resincronizadores…) Los casos moderados y severos suelen precisar varios de estos procedimientos a lo largo de la vida y necesitan un seguimiento muy especializado.

Pronóstico

Si se diagnostica a tiempo y el paciente es tratado por equipos cualificados con medios actualizados, el pronóstico es, en general, bueno y los pacientes pueden alcanzar una longevidad bastante pareja a la de personas sin estas afecciones, con una buena calidad de vida. Hay cardiopatías graves sobre las que, en 2021, tenemos reservas pero buscamos que todos nuestros pacientes lleven una vida lo más normal posible.