Solo en el último mes más de 3.400 personas han abandonado el Sistema de Dependencia en todo el país -según la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales-, bien porque se les ha reducido o retirado la totalidad de la ayuda económica o el centro que tenían concedido o porque los familiares han decidido renunciar al recurso social del que se estaba beneficiando para poder contar con la totalidad de su pensión. Esta situación que se repite en todo el territorio nacional está teniendo consecuencias directas sobre la sanidad pública de Canarias y más concretamente sobre los servicios de urgencias, cuya edad media de los pacientes se ha disparado, así como el número de usuarios de avanzada edad.