La Justicia rusa mandó ayer a prisión preventiva por dos meses a otros ocho activistas de Greenpeace acusados de un delito de piratería junto a sus 22 compañeros de la tripulación del rompehielos "Arctic Sunrise", en la cárcel desde el pasado jueves.

El tribunal Léninski de la ciudad de Múrmansk resolvió que los treinta tripulantes del rompehielos de la ONG, implicados en el presunto asalto a una plataforma petrolífera en el Ártico ruso, deben permanecer en la cárcel mientras se investiga el delito de piratería del que son acusados, confirmó la portavoz de Greenpeace, Anna Smirnóva.

Ni siquiera la frágil salud de la alpinista finlandesa Sini Saarela, que según su defensa debe tomar medicación vital para su supervivencia al carecer de la glándula tiroides, ablandó a los jueces rusos.

La última en conocer la medida preventiva por su participación en la acción de protesta de Greenpeace fue la brasileña Ana Paula Alminhana Macie, que sobre las 19.00 horas debía quedar en libertad al agotarse las 72 horas de arresto que se le impusieron el jueves.

Pero el tribunal, compuesto por cinco magistrados, dictaminó prisión preventiva también para ella a pesar de que el fiscal y el jefe instructor del caso no se opusieron a la solicitud que hizo la defensa de Alminhana para que fuera puesta en libertad.

Entre los condenados también están el sueco-estadounidense de origen ruso Dmitri Litvínov, los holandeses Faiza Aulahsen y Mannes Ubels, los británicos Frank Hewetson y Anthony Perretta, y el ucraniano Ruslán Yákushev.

La defensa de Saarela pidió libertad bajo fianza de un millón de rublos (31.000 dólares) o arresto domiciliario para su clienta.