La polémica marcha del último consejero delegado del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), Ricardo Guerrero, no ha terminado con las convulsiones en el centro ni ha alejado la amenaza de los despidos. La dirección de la empresa pública prepara un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a 57 personas y que contempla otras medidas de ajuste que repercutirán en los salarios de los trabajadores que continúen en sus puestos.