La decisión del Gobierno canario de abrir los comedores escolares en verano para los niños con pocos recursos -o más bien, la forma en que se anunció y se está gestionando- sigue cosechando críticas de colectivos políticos y sociales. Ayer fue la Plataforma por la Dignidad la que censuró la actuación del Ejecutivo, que tachó de "segregacionista".

"Casi un mes llevan dándole vueltas a la en apariencia positiva idea de abrir los comedores escolares en verano para que puedan comer unos 8.000 niños pobres de entre las muchas familias en situación precaria que hay en el Archipiélago", expuso esta asociación, que echa de menos "una reflexión en profundidad sobre el asunto".

Si tal reflexión se hubiese producido, alerta la plataforma, "nuestros responsables políticos se darían cuenta de que esta medida es segregacionista, no es más que un mínimo parche que deja fuera a muchos y puede ser muy perjudicial para el correcto desarrollo de la personalidad y la autoestima de los menores".

En este sentido, se remite a un estudio de Unicef que cifra en 112.0o0 los niños que viven bajo el umbral de la pobreza en las Islas. "La medida, ya de entrada, se queda muy corta".

Además, el colectivo opina que "si los niños de las familias que tienen dinero suficiente no van a comer al colegio en verano ni a dar clases de inglés, los que no lo tienen tampoco deberían tener que ir al colegio en verano a comer y a aprender inglés".

En lugar de esta medida, que considera una operación de "maquillaje", la plataforma insiste en la necesidad de que las administraciones articulen un plan contra la pobreza con financiación suficiente. A su juicio, existen fondos para ello "si se recorta de donde hay que recortar y se deja de engañar a la gente con ayudas que son mentiras, como la prestación canaria de inserción, que muy pocos cobran en la actualidad".

Las alternativas a la apertura de los comedores que propone el colectivo consisten en pagar "una cantidad suficiente" a las familias "con niños en precario" para que "puedan asegurarse al menos una comida al día para ese niño y sus padres y hermanos" y también en acuerdos con restaurantes para que elaboren menús diarios para estos menores.

Los municipios piden flexibilidad

El presidente de la Federación Canaria de Municipios (Fecam), Manuel Ramón Plasencia, reiteró ayer la disposición de los ayuntamientos a colaborar en la apertura de comedores en julio y agosto, pero pidió que no se les impongan determinados pagos, en referencia al transporte. "Vamos a estar ahí. Solo decimos que no se nos imponga solo una cosa. Igual hay ayuntamientos que pueden asumir el transporte, pero otros pueden hacerse cargo de otros servicios que son necesarios para mantener los colegios abiertos", señaló Plasencia en declaraciones a Radio Club Tenerife. El dirigente municipalista se mostró favorable a que en la coordinación de la medida intervengan también las familias.