El Sindicato de Enfermería (SATSE) ha demandado que se cumpla "de una vez por todas" la Directiva europea que obliga a desarrollar en todos los centros hospitalarios y sanitarios de Canarias medidas eficaces que acaben con las lesiones causadas por instrumentos cortantes y punzantes.

Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, SATSE ha recordado que a primeros de mayo acaba el plazo para adaptar a la normativa española esta Directiva destinada a prevenir las lesiones con este tipo de elementos, que constituyen el mayor riesgo para la salud de los profesionales de Enfermería, que a su vez son el colectivo con mayores posibilidades de sufrirlas.

Según datos de la UE, cada año se producen un millón de heridas en Europa causadas por pinchazos y cortes de elementos punzantes y cortantes, como las jeringuillas, que pueden provocar la transmisión de más de 20 virus potencialmente mortales, entre otros, el de la hepatitis B, la hepatitis C y el VIH/Sida.

Desde el momento en que se aprobó la Directiva europea, en 2010, SATSE ha demandado ante las diferentes administraciones y empresas su desarrollo en todos los centros sanitarios públicos y privados de España, constatando que en la mayoría de las comunidades autónomas "no se han tomado aún cartas en el asunto, dejando a la suerte, o a la pericia del profesional, el que éste evite un corte o un pinchazo".

De forma paralela, el Sindicato de Enfermería ha colaborado con el Gobierno en la trasposición de la Directiva europea a la normativa española, realizando distintas propuestas para propiciar un entorno de trabajo "lo más seguro posible".

Entre otras, ha reiterado la necesidad de que se marquen plazos concretos para el cumplimiento de las actuaciones contempladas y que se establezcan sanciones a aquellos que incumplan o vulneren los protocolos de actuación e información.

PREVENCIÓN

Estudios independientes en Europa y otras partes del mundo demuestran que una combinación de formación adecuada, prácticas más seguras en el trabajo y el uso de material sanitario cortopunzante que incorpore dispositivos de seguridad pasiva, puede prevenir más del 80 por ciento de las lesiones por pinchazos.

El Sindicato de Enfermería destaca, asimismo, la necesidad de fomentar una "verdadera y eficaz" cultura de la prevención, que debe traducirse en un código de buenas conductas cuyo principal promotor ha de ser la administración o empresa como responsable del lugar de trabajo del profesional.

Entre otras medidas de prevención y protección, destaca la prohibición de la práctica del reencapsulado; la utilización de equipos de protección individual; el fomento de la vacunación entre los profesionales, el uso de dispositivos con mecanismos de protección integrados, o la potenciación de actividades formativas e informativas.

Además de la repercusión en la salud de la persona, este tipo de lesiones conllevan importantes gastos económicos. Por ejemplo, la realización de pruebas tras un accidente laboral de este tipo pueden ir desde los 80 euros (si el accidentado tiene todas las vacunas al día) hasta los 1.100 euros, sólo en pruebas, si no está vacunado, por ejemplo, de hepatitis.

A estas cifras, habría que añadir el coste económico de la sustitución del personal (si necesita de baja médica) y el tratamiento al que debe ser sometido que le puede inhabilitar para el trabajo durante un tiempo.