Fernando Savater recibió hoy el Premio Internacional de Poesía y Ensayo Octavio Paz en un acto que sirvió para ensalzar la figura de ese filósofo español, su apuesta por la libertad de pensamiento y hasta su gusto por las camisas floreadas.

A Savater, de 65 años, le fue concedido el premio el 16 de noviembre pasado, y hoy lo recibió en un homenaje que también sirvió para recordar la figura del poeta mexicano Octavio Paz (1914-1998) y la estrecha amistad que mantuvo con el filósofo español.

"Es el pesimista más alegre que conozco", afirmó el historiador y ensayista mexicano Enrique Krauze, presidente del jurado que concedió el premio a Savater, en una breve semblanza de este autor.

"Piensa, cree, sabe que todo termina mal, pero sabe también que mientras llega la cita postrera nos quedan muchos refugios gozosos", agregó Krauze.

El autor de obras como el ensayo "Ética para Amador" y novelas como "Los invitados de la princesa" recibió el premio, dotado con 100.000 dólares, que le fue concedido teniendo en cuenta su "trayectoria intelectual y cívica".

Precisamente ésa fue una de las vertientes de la figura de Savater que fueron destacadas en la entrega del galardón, en un auditorio del Colegio Nacional, un edificio colonial del corazón histórico de la capital mexicana.

"Su defensa de la libertad ha sido tan apasionada como la de Octavio Paz", dijo Krauze respecto a Savater. "En su caso, una libertad amenazada por adversarios muy concretos, no sólo ideológicos, sino físicos, y más aún, armados", sostuvo.

"Savater ha sido, sigue siendo, el baluarte intelectual de España contra el fanatismo de la identidad nacionalista", agregó.

En el mismo acto, la viuda del poeta mexicano, Marie-Jo Paz, recordó que para Octavio Paz "la poética siempre iba de la mano de la ética".

De Savater ensalzó apuestas parecidas, su "lucidez crítica y valentía apasionada", pero también su gusto por las gafas coloridas y su afición por "extravagantes camisas floreadas".

Bajo un relieve de bronce con una gran águila que preside el salón principal del Colegio Nacional y con la asistencia de algo más de un centenar de personas, el secretario de Educación de México, Emilio Chuayffet, fue el encargado de entregar a Savater el galardón.

Del premiado, Chuayffet destacó el hecho de que el filósofo y ensayista español haya hecho "de la palabra un faro en la niebla asfixiante del fanatismo y la intolerancia".

"La obra de Savater es puente y fuente de inspiración para cada generación", agregó el alto funcionario.

En un discurso improvisado de ocho minutos, después de recibir el galardón, Savater recordó la amistad que le unía a Octavio Paz y sus estrechos vínculos con México, desde sus gentes hasta su gastronomía.

"Tengo el corazón ''partío'', como dice la canción, y tengo medio en México y medio en España", afirmó.

Relató escenas de la amistad que llegó a tener con el poeta mexicano y contó algunos de los consejos que Octavio Paz le dio, incluido uno sobre el papel de los intelectuales en los debates de ideas.

Paz le dijo a Savater que "la forma de caer antipático a todo el mundo es tener la razón antes de los demás". "Perdonan mejor al que se equivocó con todos que al que acertó antes de los demás", dijo el filósofo español en su discurso.

También en tono jocoso, recordó palabras del ex primer ministro británico y Premio Nobel de Literatura Winston Churchill, quien dijo que, al igual que los premios, las condecoraciones "no hay que pedirlas, no hay que rechazarlas, no hay que lucirlas".

Pero este premio que recibió hoy en México "es especial", agregó Savater, porque es reflejo de la amistad que tuvo con Octavio Paz y los galardones "irrenunciables" que representa la vinculación que tuvo con el poeta mexicano.