Análisis realizados por laboratorios alemanes han confirmado que dos de los tres lotes de hamburguesas inmovilizados en las Islas por contener carne de caballo -los localizados en Tenerife y Fuerteventura- tienen, en efecto, restos equinos. Así lo ha trasladado la propia empresa distribuidora, radicada en Valencia, a la Dirección General de Consumo del Gobierno canario, según avanzó ayer el titular de este departamento, Gustavo Matos. La comunicación de la empresa fue recibida por Consumo el pasado 25 de febrero.

En cuanto al tercer lote de hamburguesas, inmovilizado en Lanzarote, los análisis efectuados -en este caso por laboratorios de Murcia y Valencia- aún no han ofrecido resultados.

El destino de estos productos -que no están requisados, sino simplemente inmovilizados- deberá ser decidido por la propia distribuidora, explicó el director general de Consumo.

La carne de caballo es comestible y no entraña ningún peligro para la salud, por lo que las hamburguesas -unas 7.000 en total- podrían donarse a organizaciones no gubernamentales o incluso comercializarse; eso sí, después de volver a etiquetarlas para indicar que contienen este producto, dado que el problema detectado no es de salud pública, sino de un supuesto fraude en el etiquetado.

Las comunidades en las que hasta el momento se ha detectado la presencia de carne de caballo en algún producto -Canarias, Murcia y Comunidad Valenciana- se reunirán bajo la coordinación de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición y del Instituto Nacional de Consumo para establecer protocolos de actuación y cooperar, especialmente en las labores de inspección.