Una dieta sana en la que abunden frutas y verduras, evitar el sobrepeso y practicar deporte podría reducir hasta en un 30 por ciento las posibilidades de desarrollar un cáncer. Así lo aseguraron ayer en un comunicado los especialistas de la unidad de Dietética y Nutrición del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, quienes destacaron que un adecuado estado nutricional del paciente oncológico ayuda a mejorar el pronóstico del cáncer y su capacidad funcional. Los médicos explicaron que cuando el cáncer aparece y es detectado, la nutrición sigue siendo un aspecto vital en la evolución de esta patología. Por ello, recomendaron que una intervención nutricional individualizada en los pacientes oncológicos puede ser capaz de disminuir la mortalidad. "Es habitual que las personas con cáncer presenten algún grado de malnutrición, (...) una pérdida de energía y nutrientes en el organismo que pueden conducir a una pérdida de peso y de masa muscular", manifestó Pablo Suárez, endocrinólogo del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria. Sin embargo, controlando y asesorando a los enfermos en su dieta y dando soporte nutricional añadido a los que no consiguen llegar a cubrir sus requerimientos, no solo podrán mejorar su capacidad funcional, sino también su estado emocional y su capacidad para soportar tratamientos agresivos, recalcó.