El periodista y escritor canario Francisco Estupiñán Bethencourt (Las Palmas de Gran Canaria, 1961) ha conseguido uno de los objetivos que se marcó hace tiempo, escribir su primera novela, "El corsario de Lanzarote", una entretenida historia en la que narra la vida del marqués de Lanzarote, obra con la que encima consiguió el premio Benito Pérez Armas 2011 convocado por CajaCanarias.

Esta narración describe con todo lujo de detalles cómo era la sociedad canaria allá por el siglo XVI, sobre todo desde el punto de vista de la clase dominante, los ataques piráticos que asolaron Lanzarote en aquella época, la forma de vestir y de pensar de sus gentes y las campañas que se hacían a la costa africana para capturar esclavos para los ingenios de azúcar del archipiélago, entre otros detalles que enriquecen una obra amena y educativa de fácil lectura.

"El corsario de Lanzarote" es una novela histórica y llena de aventuras en torno a las peripecias de una poderosa familia canaria del siglo XVI que se caracteriza por tener una estructura y un ritmo que fácilmente podría llevarse a la pantalla, un reto que queda en el aire.

¿Qué ha querido contar en esta novela?

He querido narrar una historia que mostrara al lector cómo se constituye la sociedad canaria, sus bases y cimientos, a través de la vida de un personaje, el marqués de Lanzarote, que por su posición principal en la Canarias del siglo XVI es un paradigma.

¿Lo ha conseguido, o le gustaría cambiar alguna parte?

Tengo la impresión de que, siendo una primera novela, la concesión del premio Benito Pérez Armas 2011 avala que lo he conseguido, máxime cuando el jurado lo formaban personas que tienen todo el crédito en cuestiones literarias. Creo que es una obra trabajada y amena y no cambiaría nada, aunque desde luego sé que tampoco soy ningún genio. Soy un novelista bisoño.

¿Cuál fue la chispa que encendió esta narración inventada que transcurre en el siglo XVI?

Los hechos cardinales no son invención. El marqués de Lanzarote dejó en prenda a los corsarios a su hermanastro, se casó con Inés Benítez, tomó Madeira en nombre de Felipe II... Todos esos hechos son ciertos, pero efectivamente el desarrollo de la narración es fruto de mi imaginación. La chispa para hacer esta novela fue descubrir un personaje histórico apasionante que ejemplifica a la perfección la constitución de nuestra sociedad, como ya comenté, en un momento en que las islas eran paso obligado para llegar al Nuevo Mundo y atraían la atención de todas las potencias del momento.

¿Tiene algo de autobiográfica esta obra?

En absoluto, aunque sí algunos guiños personales en relación con mis apellidos, que llegan a las islas desde el mismo momento de la conquista, o la fecha de mi nacimiento. Anécdotas que en nada influyen en la trama, sino que son pequeñas huellas dactilares que yo puedo reconocer y me divierten.

¿Qué domina en esta narración, la realidad o la ficción?

Como comenté, la mayoría de los hechos son verídicos, pero el detalle de su desarrollo, las características de cada personaje, se crearon para urdir la trama, en función de ella. Lo esencial cuando escribía fue que el relato estuviera bien tejido, fuera verosímil. Me interesaba mucho atrapar al lector en la narración, entusiasmarlo con la lectura.

¿Qué fuentes documentales ha consultado para abordar esta novela y cuales han sido las principales dificultades que ha tenido para recrear con fidelidad la época?

Las fuentes documentales provienen de Rumeu de Armas y de un trabajo sobre el marqués de Lanzarote de los profesores Lobo y Bruquetas. También de monografías sobre la sociedad del Siglo de Oro, su forma de hablar, de vestir, sus creencias y valores. Las dificultades fueron todas, documentarme y escribir. Creo que fue un trabajo duro, que escribir con sentido no es nada fácil. A mí me lo pareció.

¿Se puede extrapolar algo de esta historia al momento actual? ¿Qué enseñanza o paradoja encierra este relato?

Siempre digo que si "El corsario de Lanzarote" cuenta cómo se ponen los cimientos de la sociedad canaria, hoy tenemos el edificio ya levantado. Creo que el presente es la consecuencia del pasado, incluido el momento en que se narra en la novela. Pero prefiero que sean los lectores los que saquen sus conclusiones.

¿Tendrá continuidad esta novela. Es candidata a la trilogía?

Es una novela cerrada, entre otras cosas porque se cuenta la totalidad de la vida de su protagonista. Lo que tendrá continuidad es la época. Trabajo ahora en algo relativo a la conquista y colonización de América, lo que, desde cierto punto de vista, tal vez podría considerarse una continuación. Cambian el escenario y los personajes, pero no el momento.