El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, entregó ayer en Caracas 11,2 toneladas de ayuda humanitaria y visitó, acompañado por su homólogo venezolano, Hugo Chávez, varios refugios de damnificados por el temporal de lluvias en las últimas dos semanas.

La visita de Correa a Venezuela se decidió después de que Chávez suspendiera su viaje a Ecuador, donde tenía prevista un encuentro de trabajo para ayer mismo en la población de Salinas, en la que se revisaría la marcha de los acuerdos de cooperación suscritos por ambos países.

Chávez suspendió su viaje debido a la crisis provocada en varias partes de Venezuela por las intensas lluvias que hasta ahora han dejado cerca de 40 muertos y 133.000 damnificados, recogidos en más de 950 refugios.

Ante esa situación Correa decidió viajar a Caracas a entregar ayuda humanitaria y a expresar su solidaridad al Gobierno y al pueblo venezolano.

"Hemos traído aceite, lentejas, arroz, frijoles rojos, leche en polvo. Es nuestro granito de arena porque lo principal es decirle al pueblo Venezolano que cuentan con Ecuador", dijo Correa al pie del avión que trajo la ayuda.

En todo caso, la reunión de trabajo que no pudo celebrarse en Ecuador se trasladó a enero de 2011, según apuntó Chávez, en una fecha y lugar que no precisó.

"La reunión la vamos a hacer en enero. Te visito en enero", señaló Chávez a Correa en el Fuerte Tiuna, la principal base militar de la capital venezolana, mientras conversaban con algunos de los 269 damnificados de uno de los refugios habilitados allí.

Ambos presidentes comentaron que inicialmente pensaron encontrase en la población de El Vigía, en la región andina venezolana, al sur del Lago de Maracaibo, pero debieron cambiar de planes y verse en Caracas por el mal tiempo existente en la zona.

"Tenía pensado recibir a Correa en El Vigía para enseñarle los daños al sur del Lago, pero ha llovido desde las tres de la noche hasta el mediodía y los helicópteros no han podido volar, por eso nos vinimos a Caracas", agregó el mandatario venezolano, que agradeció la ayuda llevada por Correa y la calificó de "invalorable" porque, según apostilló, "estamos en una crisis muy grande".

"No tengo palabras para calibrar la presencia aquí de Correa y sus ministros", indicó el gobernante venezolano.

Correa, por su parte, subrayó que la ayuda de su país "es pequeña", pero ofrecida con un "corazón inmenso", y recordó que su país está agradecido a la ayuda que Venezuela le ha prestado en el pasado.

El presidente ecuatoriano, que llegó acompañado por una representación ministerial encabezada por su canciller, Ricardo Patiño, insistió en varias ocasiones que las desgracias que puedan presentarse en Venezuela, Colombia, Bolivia u otra nación suramericana "es como si le ocurriesen al Ecuador". Recordó que en 2008 su país sufrió unas devastadoras inundaciones que anegaron el 40 por ciento del país y aseguró que de aquella tragedia "los ecuatorianos aprendieron muchísimo".

Como ya adelantó ayer, Chávez indicó que las pérdidas materiales pueden estar entre los 8.000 y los 10.000 millones de dólares porque también ha sido gravemente afectada la infraestructura en caminos y carreteras, las cosechas, más de 30 puentes y tres represas.

Tras la visita al Fuerte Tiuna, ambos gobernantes se trasladaron a la sede de la Cancillería venezolana donde también se habilitaron espacios para recoger a damnificados, al igual que en el palacio presidencial de Miraflores, sede del Gobierno.

Durante el recorrido, el gobernante ecuatoriano fue consultado sobre la renuncia de su ministro del Interior, Gustavo Jalkh, y sobre otras posibles modificaciones de su gabinete.

"Sí, va a haber algunos cambios en el sector seguridad", respondió Correa aunque sin aportar más datos.

También señalo que en enero podría hacer otros movimientos porque es tradición en Ecuador que al principio de año, "por delicadeza", los ministros presenten la renuncia.

Correa tiene previsto visitar hoy Colombia, donde también las lluvias han causado estragos.